Abrir la heladera y encontrar verduras marchitas o frutas enmohecidas es una escena frecuente que no siempre se debe a una mala compra, sino a un uso incorrecto del cajón de verduras. Técnicos en electrodomésticos advierten que estos compartimentos están diseñados para crear microclimas específicos y que, bien configurados, pueden extender notablemente la vida útil de los alimentos frescos.
La función central del cajón es controlar la humedad, una variable clave que no todas las frutas y verduras toleran de la misma manera. Mientras el resto de la heladera ofrece un ambiente frío y seco, el cajón permite regular ventilaciones para mantener mayor o menor humedad. Esto frena la deshidratación o el crecimiento de moho, según el tipo de producto, y ayuda a conservar textura, color y sabor por más tiempo.
Los expertos recomiendan clasificar los alimentos en dos grandes grupos antes de guardarlos. Los de alta humedad —como hojas verdes, brócoli, zanahorias o apio— deben ir con la ventilación cerrada para evitar que se marchiten. En cambio, los de baja humedad —manzanas, peras, paltas, melones y bayas— conviene almacenarlos con la ventilación abierta, ya que liberan gas etileno y requieren mayor circulación de aire para no pudrirse rápidamente.
La convivencia entre productos también importa. Frutas que emiten etileno pueden acelerar el deterioro de verduras sensibles si se almacenan juntas; por eso, separar manzanas de hojas verdes o paltas evita pérdidas innecesarias. Otro error común es guardar cebollas y papas juntas, una combinación que favorece la germinación y el ablandamiento de ambos alimentos.
Más allá de la configuración, hay hábitos que marcan la diferencia: retirar los productos de bolsas plásticas cerradas, no lavarlos antes de refrigerar, secarlos bien y evitar sobrellenar el cajón para permitir el flujo de aire. Revisar el contenido cada pocos días y retirar piezas en mal estado completa la estrategia. Con estos ajustes simples, el cajón de verduras deja de ser un problema y se convierte en un aliado contra el desperdicio en la cocina.