El interés creciente por mejorar la composición corporal ha puesto en primer plano a la avena como uno de los alimentos funcionales más recomendados para deportistas y personas activas. Según reportes de The New York Times, entrenadores y nutricionistas coinciden en su valor como fuente natural de proteínas y energía de larga duración, fundamentales para el aumento de masa magra y la recuperación tras el ejercicio.
Harvard Health Publishing explicó que la avena combina proteínas, carbohidratos complejos y fibra, elementos que favorecen la síntesis proteica y el rendimiento físico. Para el nutricionista español Aitor Sánchez, “los beta-glucanos, presentes en la avena, contribuyen a estabilizar el azúcar en sangre, permitiendo un mejor aprovechamiento de los nutrientes tras el entrenamiento”. Además, destacó su aporte de leucina, magnesio y fósforo, indispensables en los procesos energéticos musculares.
El momento de consumo también influye en su efectividad. Investigaciones de Men’s Health y BBC Mundo recomiendan ingerir avena antes del entrenamiento para mantener energía, y después para optimizar la recuperación. “Una ración cercana al entrenamiento incrementa la disponibilidad de glucógeno muscular”, explicó el preparador físico Óscar Sánchez al medio británico. La cantidad ideal, según WebMD, oscila entre 40 y 60 gramos diarios, adaptándose a la intensidad de la rutina.
El consumo constante de avena ofrece beneficios más allá del desarrollo muscular. The Guardian resaltó su capacidad para mejorar la composición corporal, regular el tránsito intestinal y controlar el apetito. Con 13 gramos de proteína y 8 de fibra por cada 100 gramos, de acuerdo con el US Department of Agriculture, la avena es, según Healthline, un alimento que “proporciona nutrientes claves para atletas y población general que busca mejorar su musculatura y bienestar”. Así, este cereal se reafirma como un aliado versátil y respaldado por la evidencia científica para una vida activa y saludable.