El panorama literario peruano suele estar marcado por el ruido y la novedad pasajera, pero Rafael Moreno Casarrubios destaca como una excepción: un escritor con lectoría real y sostenida. De cara a la Feria del Libro Ricardo Palma, que se celebrará del 21 de noviembre al 9 de diciembre, el autor presentará las reediciones de dos de sus obras más queridas, publicadas ahora por Torre de Papel Ediciones.
Moreno expresó su alegría por volver a las librerías con títulos que han acompañado a generaciones. Recordó que sus visitas a colegios y universidades desde 2011 fortalecieron un vínculo genuino con los jóvenes lectores, quienes encuentran en sus historias preguntas, humor y aprendizaje. Sus novelas juveniles, afirma, funcionan como Bildungsroman, relatos en los que los protagonistas descubren valores, emociones y mundo.
El escritor reflexionó también sobre su estilo, dominado por el humor, la teatralidad y la sensibilidad por lo absurdo, elementos que considera parte de su identidad personal y de barrio. Para él, la literatura debe ser entretenida y vital; por eso celebra que La felicidad era una pelota de fútbol salga por primera vez ilustrada a color y proyecta una larga vida para sus relatos más queridos.
Moreno subrayó que no le preocupan las grandes editoriales y que encuentra mayor cercanía y éxito en sellos independientes como Torre de Papel, donde sus libros figuran entre los más vendidos en ferias recientes. “Lo importante es que te lean, no el sello”, afirmó, insistiendo en que su obra ha conquistado al público más allá del ruido mediático.
Aunque actualmente no escribe nuevas novelas —en parte, confiesa, porque dejó de fumar y siente que el fuego creativo no lo acompaña igual— asegura que solo publica aquello que “rebosa de vida”. Su prioridad, dice, es seguir reeditando sus ocho libros y llegar a más lectores, sin prisa por ampliar su catálogo si eso implica sacrificar vitalidad literaria.
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