El Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), no cumple lo que ofrece, “proteger al país del ingreso de plagas y enfermedades, para preservar nuestra riqueza agrícola y ganadera; permitiendo que consumidores peruanos y del mundo puedan disfrutar de alimentos sanos e inocuos”.
El portal digital Salud con Lupa en alianza con el Consorcio Agroecológico Peruano, la Red de Agricultura Ecológica, y el Consorcio por la Salud, Ambiente y Desarrollo, ha realizado dos monitoreos ciudadanos de agroquímicos de frutas y verduras que se venden en Lima, Callao y otras regiones; entre las que se encuentra Arequipa.
En Arequipa encontró que “de las 36 muestras analizadas en los mercados El Palomar y San Camilo, así como en los supermercados Plaza Vea, Metro, Tottus y Franco, 16 superaron los límites de trazas de pesticidas tolerables, lo que las hace no aptas para el consumo humano”.
El informe añade que “los peores resultados se encontraron en las lechugas, que contenían altas concentraciones de residuos de distintos pesticidas, y que los agroquímicos usados no deben emplearse en su cultivo porque no se retiran con facilidad al lavarse, y no evitan plagas”.
Revela que “la lechuga recogida en Metro contenía 12 plaguicidas, entre ellos el clorfenapir, una sustancia considerada carcinógena, que superó 80 veces los límites de residuos permitidos por las normas sanitarias peruanas” … y agrega “que las trazas de sustancias químicas en las lechugas del supermercado Franco y mercados El Palomar y San Camilo también estuvieron por encima de las cantidades tolerables”.
El portal reportó que en la cebollita china encontraron once tipos de plaguicidas, precisa que “en las muestras de pimiento, apio, lechuga, tomate y cebollita china… se hallaron hasta 5.4 veces más residuos de cipermetrina, … sustancia química considerada un disruptor hormonal que interfiere en el desarrollo sexual masculino, la que se vendía en el mercado San Camilo, estuvo libre, el día del muestreo”.
Necesitamos la intervención inmediata de nuestras autoridades, exigiendo un riguroso control en los productos que se comercializan, resulta inadmisible que lo que exportamos sí cumplan los estándares de calidad alimentaria, si la venta al exterior es posible, ¿por qué el mercado interno está lleno de productos contaminados?
Se está atentando contra nuestro derecho a gozar de buena salud, ¿Qué van a hacer nuestros alcaldes? ¿Qué haremos los consumidores? la pésima calidad de los productos nos pone en riesgo y también a la gastronomía.