Los psicólogos de Arequipa junto a los padres y docentes de diferentes colegios saldrán hoy 30 de enero a marchar hacia la Gerencia Regional de Educación para exigir la contratación de profesionales en Psicología en cada institución educativa de la región, así informó el decano del Colegio de Psicólogos y presidente del Consejo Regional de Decanos de Colegios Profesionales (Conrede), Julio César Abarca Cordero.
Explicó que él número de casos de bullying, acoso, violencia, depresión y deserción escolar exigen la presencia de este tipo de profesional de manera permanente en las aulas, aspecto que norma la Ley N.º 31902, que declara de necesidad la designación de, lo menos, un profesional de Psicología en cada colegiopara prevenir y darle tratamiento en su salud mental.
El decano refirió que existe el número suficiente de profesionales de su rama para atender las más de 2 mil instituciones educativas que existen en Arequipa.
Según data de la Gerencia Regional de Educación de Arequipa el año pasado se habrían registrado hasta 700 casos de violencia: psicológica, física y sexual.
El Ministerio de Educación señala que el 2023 a nivel nacional registró 13 mil casos de violencia en las escuelas.
Abarca Cordero lamentó el despido de 150 psicólogos en Arequipa por parte de la Gerencia Regional de Educación, pese a la necesidad latente de ayuda profesional para los escolares.
“Porque la violencia en las escuelas tienen consecuencias devastadoras en la salud mental de los niños, niñas y adolescentes”, agregó.
Sobre la marcha junto a padres de familia y docentes que realizarán este martes 30 de enero dijo que mediante la misma, exigen a las autoridades educativas gestionar mejor y lograr el presupuesto necesario para la contratación de psicólogos en los colegios de la región y marcharán en defensa de la educación y la salud mental de los estudiantes.
Finalmente, Abarca Cordero señaló que el impacto de la violencia en la comunidad es irreversible, “porque la violencia y sus diversas manifestaciones destruyen la confianza de una comunidad, impactan negativamente en el bienestar de las personas y permiten el surgimiento de nuevas violencias”, resaltó.
“Por ello, la intervención de los profesionales involucrados en el abordaje de las consecuencias en la salud de la población producto de los actos de violencia, deben contribuir al desarrollo de fortalezas que protejan de nuevas agresiones evitando aumentar el daño ya causado, potenciando estas fortalezas en los contextos más personales, familia y grupos de amigos, y en los contextos de la comunidad que los contiene”, enfatizó el decano del Colegio de Psicólogos.