En medio de lágrimas de decenas de feligreses, cánticos y los recuerdos imborrables, de los devotos arequipeños dieron su último adiós al padre Zacarías Kumaramangalam. El hombre de fe que llegó de la India será recordado por su integridad y la necesidad de permanecer a lado de la querida ‘Mamita’ de Chapi, .
Todo empezó en la parroquia Santísima Trinidad de Tingo (Jacobo D. Hunter), donde el féretro estaba rodeado por personas que observaron de cerca su desenvolvimiento como rector del santuario de Chapi.
Al terminar la actividad, los feligreses se acercaron rápidamente a su ataúd para tocarlo. Ellos esperaban que el padre Zacarías derrame sus bendiciones desde el cielo y los protega. Alrededor de 50 personas se acercaron entre lágrimas al carro que trasladaba el cuerpo del padre antes de que partiera.
La última morada del sacerdote fue el cementerio Parque de la Esperanza (Cerro Colorado), lugar donde también llegaron cuatro buses llenos de creyentes que esperaban conmemorar a Zacarías Kumaramangalam.
En medio de distintos cantos religiosos, el féretro del padre llegó a su lugar de descanso eterno. Posteriormente, los creyentes gritaron al unísono con lágrimas para recordar al guía del santuario de Chapi.
Cuando empezaron a enterrar a Zacarías, el arzobispo de Arequipa, Javier del Río Alba, recordó su labor, disciplina y la cercanía que tuvo con la ‘Mamita’ de Chapi. La autoridad eclesiástica resaltó que la ‘Virgencita’ será la encargada de llevar el espíritu del padre a conocer al Dios creador.
Tras ello, los feligreses exclamaron a viva voz: “Padre Zacarías, presente”; porque era la última vez que iban a estar cerca de la persona que protegía a la tradicional Virgen de Chapi.
“Tenemos la alegría de saber que el padre Zacarías se ha ido con Dios, que está con él. Es bonito cuando enterramos a un cristiano porque sabemos que irá con nuestro creador”, expresó el monseñor antes de finalizar el entierro en el Parque de la Esperanza.