El Arzobispo de Arequipa, Mons. Javier del Río Alba, enfatizó durante la “Renovación de Promesas Sacerdotales” realizada el Martes Santo en la Catedral, que los sacerdotes no deben considerarse como líderes autoritarios o administradores de una empresa, sino como humildes siervos de Dios.
“Nosotros no somos caciques de un pueblo, o generales de un ejército, menos gerentes de una empresa, nosotros como sacerdotes somos pobres siervos en la vid del Señor. No miremos los defectos de unos y de otros, de una comunidad, de las personas. Dejémonos llevar por el amor de Dios para resurgir en esta Pascua, para seguir sirviendo en esta bella Arquidiócesis, en sus pueblos de Caylloma, Islay y Arequipa. ¡Feliz Pascua para todos!”, finalizó el Arzobispo.
Durante el acto litúrgico, se consagró el Santo Crisma, así como los óleos de los catecúmenos y de los enfermos que se utilizarían a lo largo del año litúrgico en las diferentes jurisdicciones eclesiales.