Frente a la esquina del hospital Goyeneche, en la primera cuadra de la av. Jorge Chávez n.º 101, en el Cercado de Arequipa, funcionaba “Eco bebé”, una clínica clandestina donde personas inescrupulosas realizaban abortos.
Durante la intervención, los policías se sorprendieron que el local registraba una licencia de funcionamiento otorgada por la Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA).
En el lugar, los policías de la comisaría de Santa Marta detuvieron a cuatro mujeres como integrantes de la banda delincuencial “Las Charlys del jalón” que para esconder los tejidos orgánicos sustraídos de sus víctimas, usaban bolsas de pollo, el local funcionaba a la vista y paciencia de las autoridades.
Una denuncia anónima dio alerta a los efectivos que ingresaron al local donde estaban Olga Soto Zapata (41), Rosmery Gavancho Ovalle (26), Daleska Arosquipa Aguirre (21) y Elis Tapia Manrique (44) que sería la presunta cabecilla.
Eran las 19 horas del viernes 20 de diciembre. La puerta del local se encontraba abierta; un letrero colorido ofrecía servicios de ginecología y obstetricia al margen de la ley, ninguna autoridad evita los abortos. Pero, esta vez la Policía ingresó por esa puerta, donde las mujeres conocidas como ‘jaladoras’ capturaban a incautas para que sean sus víctimas.
Los efectivos subieron por las gradas del local y entraron a una pequeña sala de espera donde atienden a sus víctimas. En el lugar había un sillón donde estaba sentada A. CH. Q. (22), un joven ambulante, quien esperaba a su pareja. Narró a la Policía que el 19 de diciembre acudieron en busca de un ginecólogo a uno de los falsos centros médicos donde le dijeron que su pareja tenía cinco semanas de embarazo y tenía amenaza de aborto. En el mismo local, una jaladora se les acerca ofreciéndole hacer abortos, indicando que asistan el 20 de diciembre por la tarde.
ABORTO EN FLAGRANCIA. Una puerta corrediza separaba el ambiente de la pequeña sala. Al tocar por la puerta, atendió Olga Soto Zapata, quien refirió nerviosa estar pelando unos pollos. Muy cerca de ella estaba Rosmery Guancho Ovalle y cerca de las mujeres, una computadora en la que visualizaban la imagen de una ecografía.
Entre los muebles, al fondo estaba la novia del ambulante, quien refirió que le dijeron que tenía amenaza de aborto y le harían una limpieza. Una mujer, quien luego se supo que era Olga Zapata, le había dado de tomar unas pastillas, colocado una inyección y le indicó que esperara.
En el ambiente hallaron bolsas de pollo y un balde de agua, para deshacerse de los tejidos sustraídos de las víctimas.
Nerviosa, otra mujer corrió por la sala hacia el baño; era Elís Marcelina Tapia Manrique (44) y se escondió. La Policía, supo que era propietaria de la clínica clandestina “Eco bebé”, ella señaló que se ocultó por temor a perder su título.
Las mujeres quedaron detenidas y son investigadas por el delito contra la vida y la salud, delito contra la salud pública y ejercicio ilegal de la medicina.