Arequipa veneró a su beata sor Ana de los Ángeles Monteagudo en un concurrida procesión y misas en el templo del monasterio de Santa Catalina.
Los arequipeños recuerdan cada 10 de enero, el día del fallecimiento de la mujer más importante de la región. Aunque no es santa aún -por falta de un milagro certificado-, los feligreses aseguran que la beata es milagrosa.
El momento nuevo que pudieron observar los devotos en el monasterio, fue ver su celda renovada y en ella se escenificó la presencia de sor Ana cuando fue hallada sin vida en su cama, siempre acompañada de su rosario y su cruz.