La cifra de violencia en nuestro país cada día aumenta. El panorama es lamentable, pero pese a eso muchos especialistas, autoridades y otras personas se unen para erradicar las agresiones. No obstante, hay un porcentaje mínimo de mujeres maltratadas y denunciaron el caso que luego deciden volver con sus agresores.
Según el coordinador territorial del Programa Nacional Aurora en Arequipa, Erick Pumacayo Rocha, el regreso de la víctima a los brazos de la persona que la violentó se debería a una dependencia económica.
“Hay dependencia material y dada las circunstancias las víctimas aceptan la violencia a cambio de ese sustento”, sostuvo.
TRASFONDO. Para el defensor universitario de la Universidad Nacional de San Agustín, José Ramos Salinas, el problema va más allá de un tema económico, es más la estructura de la sociedad en la cual predomina las relaciones de dominaciones aún cuando no hay violencia.
“En nuestro sistema hace que el hombre sea el dominante y la mujer la subalterna. La segunda posición impide que se construyan a sí mismas como personas, sino en un elemento subalterno dentro del patriarcado”, refiere Ramos.
La víctima que regresa con su agresor es incapaz de tener ideas, proyectos, objetivos propios y sus sueños son en base a la dominación. Estas actitudes pueden ser en menor y mayor grado. Eso es peligro y allí se debe apuntar para evitar violencia.
“Un ejemplo de grado mayor es el caso de una mujer que secuestró a una pequeña para que su pareja abuse de ella. El actuar de la mujer se dio porque su hija era la víctima y al no querer que su pequeña siga sufriendo abusos, buscó a otra niña como intercambio. Ahí vemos que ya no actúa por sí misma sino dominada por el varón”, indica José Luis Ramos Salinas.
La estructura patriarcal de la que nos habla el experto sociólogo está basada en el machismo, estereotipos sobre la mujer que generan que sean minimizadas y la forman como alguien que está por debajo de los varones.
SOLUCIÓN. Un cambio significativo y la reestructuración de la sociedad eliminando el llamado patriarcado sería la solución.
Es decir, que los varones no se consideren solo ellos líderes. “Todo es parte de la estructura desde la educación, psicología, enfoque de género, remuneración, todo debe ser equitativo. La reestructuración es un proyecto bien grande y se está haciendo, pero hay un rechazo por parte de la población. Pese a eso hay un avance y todos tenemos que tomar conciencia y promover el cambio en todos los sectores”, finalizó Ramos.