El 26 de enero de 1983, un grupo de periodistas de Lima y Ayacucho viajó a Uchuraccay para informarse más sobre un hecho producido en el poblado vecino de Huaychao. Se trataba de pobladores que habían asesinado a siete senderistas. Los comunicadores para saber la verdad deciden trasladarse al lugar.
En un vehículo llegaron hasta cerca de la zona. Octavio Infante era uno de los periodistas locales y se instalaron en la casa de uno de los familiares de él cerca de Uchuraccay.
Juan Argumedo, hermano de Octavio los acompañó como guía en lo que restaba del viaje. Su familia les advirtió sobre las matanzas, pero esto no fue impedimento para seguir el viaje.
Luego de caminar por varias horas, llegaron hasta el lugar. Argumedo los dejó y se encaminó hacia su hogar; no obstante, a los minutos se escucharon gritos desesperados. Los pobladores capturaron a los periodistas, pues pensaban que eran terroristas.
Empezó el interrogatorio, pero las respuestas de los comunicadores no fueron suficientes para los comuneros. Con piedras, hachas, púas y palos inició la masacre. Uno de ellos, Willy Retto, consiguió tomar algunas fotografías antes de morir. El guía y un comunero serían ejecutados posteriormente.
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