“La media hora que pasa desde que el padre Valverde le enseña la Biblia hasta que capturan a Atahualpa, ha definido nuestras vidas hasta hoy”, comenta el escritor, quien en su nueva novela ficcionaliza sobre la hija del conquistador y princesa inca, Francisca Pizarro.
En Francisca. Princesa del Perú (Random House, 2023), el novelista Alonso Cueto explora el universo de la jaujina Francisca Pizarro Huaylas Yupanqui (1534-1598). Trata de entender “cómo fue la vida de una persona que nace atravesada por la historia, hija de un conquistador (Francisco Pizarro) y de una princesa conquistada (Quispe Sisa), hermana del último inca, Atahualpa”.
Pizarro padre no permite que la madre críe a la niña y se la entrega a su cuñada Inés Muñoz con la orden que “tiene que ser española”. Pero cuando la niña tiene seis y medio, empieza su trashumancia. Asesinan a su padre y debe huir a Quito. Regresa a Lima, luego es deportada a España, obligada a casarse con su tío Hernando Pizarro, vive una década en prisión, se casa de nuevo, es cortesana del rey… Un magma interesante para novelar.
–De los primeros mestizos tenemos el legado literario del Inca Garcilaso, pero de Francisca, no.
–El Inca Garcilaso escribió y habló de todo lo que había visto. De ella, hay juicios, testamentos, pero nada sobre su vida, tal vez porque era mujer. Eso es lo fascinante: su silencio personal. Pero creo, por tres razones, que ella nunca olvidó su raíz inca: 1) nunca olvidó los arrullos de su madre, en quechua o puquina; 2) logró que el retrato de su madre estuviera en las paredes del Palacio de la Conquista, en Trujillo de Extremadura. 3) hizo muchos juicios a la Corona y dio muchas obras de caridad a iglesias en diferentes partes del Perú. Nunca se olvidó de sus raíces indígenas.
–¿Investigar y escribir esta novela, ha sido uno de sus grandes desafíos de su carrera literaria?
–Es uno de los grandes retos literarios por la complejidad del personaje, de la época. Se ha visto compensado por mi interés y fascinación con el personaje.
–Aborda a un personaje del siglo XVI con el lenguaje del siglo XXI.
–Eso es muy importante. La forma del lenguaje de esa época era diferente a la de ahora. Pero el libro tenía que ser escrito en un lenguaje asequible para que estos personajes puedan comunicarse con los lectores modernos. Eso es algo que se hace, en general, con las novelas o los dramas históricos: se escriben en el lenguaje de la época en la que están escritas. Lo importante es que el personaje esté vivo. Se sienta su cuerpo, su alma, sus deseos, sus esperanzas, sus miedos, sus secretos. Todo eso debe estar reflejado en el lenguaje.
GERMEN DE NOVELA. Cueto inició el trabajo de investigación y escritura en el 2019. La época de la pandemia también le resultó muy provechoso para el proyecto. El germen de Francisca. Princesa del Perú fueron las apasionadas historias que su amigo, el desaparecido historiador Efraín Trelles le narraba sobre la captura de Atahualpa.
“Ese episodio me parece fascinante. Desde que el padre Valverde le enseña la Biblia hasta que capturan a Atahualpa, no pasa más de media hora.
Y esa media hora ha definido nuestras vidas hasta el día de hoy. Es el momento más importante y decisivo de la historia del Perú. Y hay una serie de malentendidos.
Nadie sabe exactamente lo que el traductor le traduce al inca. Eso tiene mucho que ver con lo que somos hoy los peruanos: con errores de comunicación y divisiones”.
–Usted creció en un lugar favorecido para la lectura, sus padres (Carlos Cueto Fernandini y Lilly Caballero) eran educadores.
–Viví en un ambiente muy estimulante y siempre volviendo al primer amor de mi padre, la poesía.
Creo que no se puede vivir sin la poesía. Nos introduce a una magia, a una dimensión extraña, profunda y verdadera del mundo. Creo que un narrador no puede ser un buen narrador sin poesía.
–Usted ha dictado numerosos talleres literarios, ¿llega a la conclusión de que se puede enseñar a escribir?
–Se puede, si uno conoce la disposición y el potencial creativo de los alumnos.
Enseñar a escribir es ofrecer pautas, estrategias, técnicas que pueda aplicar a su energía creativa el alumno. Pero es él quien se enseña a sí mismo a escribir con las herramientas que pueda darle o no el profesor.
–¿Y qué le parece esto que la inteligencia artificial (IA) ya puede escribir novelas?
–Me parece fascinante, pero lo que hace que una novela nos conmueva es la vida que se ofrece detrás. Una novela tiene que expresar una experiencia de vida profunda, esencial y de la manera más visceral y sencilla.
No es una composición de frases reunidas por un cerebro virtual. La novela no es inteligente ni artificial, es natural y personal. Y es única. Yo no creo que haya una buena novela de IA. A lo mejor surge una IA que pueda humanizarse. Es una probabilidad.
DATOS: Cueto ha ganado los premios Herralde de Novela (2005), por La hora azul; Premio Viracocha (1985), por El tigre blanco y Premio de Narrativa Alcobendas Juan Goytisolo (2019) por Palabras de otro lado.
Ha recibido los premios Anna Seghers (Alemania), la medalla Inca Garcilaso y la Beca de la Fundación Guggenheim. Es miembro de número de la Academia Peruana de la Lengua.
CIFRA: 18 novelas ha publicado el narrador limeño.
Fuente: El Peruano
Foto: Agencia