Cuando el reloj marcaba las 10:40 de la mañana de un nublado miércoles 13 de enero de 1960, Arequipa fue azotada por un violento terremoto que provocó 63 muertos y cientos de heridos, además de cuantiosos daños materiales. La Ciudad Blanca aún no se recuperaba de los estragos provocados por el sismo ocurrido dos años antes, cuando nuevamente fue víctima de la furia de la naturaleza.
Apenas la tierra empezó a temblar todos los pobladores salieron presurosos de sus casas para ponerse a buen recaudo e implorar a Dios para que aplaque su ira, pasmados observaban como las antiguas casonas de sillar se desplomaban levantando intensa polvareda. En las faldas del Misti se generaron derrumbes, muy cerca al sector de Charcani, esto provocó que el servicio de electricidad se vea restringido por algunas horas, similar suceso ocurrió en el canal de Zamacola, viéndose afectado también el servicio de agua.
El fuerte sismo tuvo una intensidad de 6.2 grados y su epicentro fue el distrito de Chuquibamba, provincia de Condesuyos.
Las casas ubicadas en los distritos de Paucarpata, Characato, Socabaya, Mollebaya y Polobaya quedaron hechas escombros.
En los departamentos de Moquegua, Puno, Cusco, Tacna e Ica también se sintió el sismo aunque con menor intensidad.
Una hora después de ocurrido el desastre que enlutó a Arequipa, el prefecto José Manuel Crovetto constituyó un comité de emergencia, cuyas principales funciones fueron acelerar la pronta reposición de los servicios esenciales, la remoción de escombros, la habilitación de los principales colegios como viviendas provisionales y la distribución de alimentos. Asimismo la Prefectura dispuso la matanza de ganado en cantidades suficientes para satisfacer el consumo diario.
Enterado de la desgracia que afligió a Arequipa, el presidente Manuel Prado dispuso que desde Lima salgan aviones con médicos y medicinas. Tambiénordenó que no se omita ningún esfuerzo para auxiliar a la población afectada.
PRESIDENTE PRADO EN AREQUIPA. A muy tempranas horas del 14 de enero llegó el presidente del Perú, Manuel Prado, acompañado de su esposa, cuatro ministros, decenas de médicos y enfermeras.
Durante su estadía, el mandatario seriamente conmovido; supervisó los graves daños ocasionados por el sismo y dispuso una serie de medidas.
El 15 participó en la plaza de Armas de una misa en memoria de las víctimas del terremoto, al amanecer del siguiente día retornó a Lima y prometió trabajar en reconstrucción la ciudad.
Se calcula que el sismo del 13 de enero de 1960 tuvo aproximadamente 60 réplicas, aumentando aún más los estragos provocados.