América del Sur consolidó su libertad hace doscientos años. Ayacucho fue el escenario para la decisiva batalla y en Diario Viral rendimos homenaje a la valentía de ciudadanos de todo el continente en defensa de un solo ideal.
El historiador Gonzalo Gómez Zanabria sostuvo que esta justa -junto con la que se libró en Junín- fueron decisivas para conseguir la independencia de España. Pues, nuestro país aún se consideraba como el último bastión de los españoles en la región.
BATALLA. El ejército peruano se presentó contra su igual español en la pampa de Quinua a una altura de 3400 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.). Los realistas tenían una ligera superioridad numérica calculando que habían cerca de 15 mil soldados entre todos los batallones presentes.
Para esta batalla, los patriotas recibieron el apoyo de otros países de Sudamérica. Sabían que era el último aliento que debían dar para que sus países sean libres e independientes. Mientras tanto, el historiador Rubén Pachari Romero contó que el bando realista también obligó a indigenas a participar de esta justa para que Sudamérica vuelva a ser una colonia española.
Si bien, Simón Bolívar era el protector del Perú en aquella época, el verdadero cerebro tras la victoria peruana fue Antonio José de Sucre, quien eclipsó con su estrategia cualquier intento de los españoles por gobernar nuevamentesus antiguas colonias. Pachari Romero comentó que Sucre logró poner en funcionamiento las tropas de manera adecuada; logrando la victoria sobre el ejército español gracias a sus conocimientos del escenario agreste del enfrentamiento.
A diferencia de la justa librada en Junín, no hubo un caudillo cuya acción haya sobresalido por encima de la estrategia de Antonio José de Sucre. Esto se debe a que ambos ejércitos pusieron a prueba todos sus integrantes y componentes en búsqueda de la victoria.
Aquel 9 de diciembre, murieron 1500 soldados españoles; mientras que otros 300 hombres valerosos fallecieron en su intento por lograr la independencia de todos los pueblos latinoamericanos.
Tras la justa librada, el virrey José de La Serna no tuvo más remedio que firmar la capitulación de Ayacucho. Dicho documento logró que el ejército español dejará de lado los intentos por intentar recolonizar nuevamente Latinoamérica. Además, el ejército peruano acabó poco a poco con todos los bastiones del bando realista que buscaban apoderarse de algunas regiones del Perú. Por ejemplo, Gonzalo Gómez resaltó que Arequipa tuvo su jura de independencia el 6 de febrero de 1825.
UNIÓN E IMPORTANCIA. Uno de los puntos más fuertes que siempre se recuerda, cuando se habla de esta batalla, es la unión de los países latinoamericanos para proclamar -de una vez por todas- su independencia. Después de varios años, la población del continente pasaba de su posición de súbdito a ser un ciudadano con todos los derechos conforme a la ley.
Por su parte, el periodista y escritor Sarko Medina Hinojosa -quien también preside la Red de Escritores de Arequipa (REA)- comentó que en estas fechas debería celebrarse el paso de Latinoamérica a la independencia; más que las muertes en esta cruenta batalla. Pues, los ciudadanos peruanos lograron elegir a sus propios gobernantes y decidir el rumbo de su nación con esta justa patriótica.