En el Perú durante el siglo XIX se produjo un acontecimiento que constituye un hito histórico en el contexto social, político, económico y psicológico para la humanidad. En esa época reconocidos historiadores y medios de comunicación escritos informaron que el estandarte del conquistador Francisco Pizarro que fundó Lima fue obsequiado al libertador el José de San Martín y Matorras, luego Francisco Bolognesi lo retornó al país en 1862.
A la llegada del ejército libertador al Perú, el estandarte desapareció, fue recuperado en una hacienda al sur de Lima; luego, obsequiado a San Martín a comienzos de 1822, y devuelto a Lima tras la muerte del general argentino, en 1850. El general argentino escribió en su testamento que su voluntad era que estandarte de Pizarro fuese retornado al Perú, deseo que se cumplió después de morir.
“Es mi voluntad que el estandarte que el bravo español Francisco Pizarro tremoló en la conquista del Perú sea devuelto a esa república, siempre que su gobierno haya dado recompensas y honores con que me honró su primer Congreso”, escribió en su testamento.
SAN MARTÍN. Su voluntad fue cumplida puntualmente en 1861, en tanto fue en ese año que tan valioso objeto fue puesto en manos de un funcionario del Perú. Este luego lo entregó al héroe de Arica, quien realizaba una misión importante en París. En noviembre los restos de San Martín fueron trasladados de la Catedral de Bolougne Sur Mer a la Iglesia de Brunoy -a 25 kilómetros de París- para depositarlos en la tumba de su nieta. Esta decisión fue tomada por Mariano Balcarce y Mercedes San Martín de Balcarce, hija del libertador, quien hizo cubrir el féretro con el estandarte de Pizarro otorgado por acuerdo unánime en abril de 1822, en reconocimiento a su obra libertadora.
Culminada la inhumación de los restos del libertador, la comitiva se dirigió a la residencia de los esposos Balcarce-San Martín. Allí en ceremonia solemne se devolvió el estandarte al embajador del Perú en Francia, Pedro Gálvez.
Como Francisco Bolognesi se encontraba esos días en París, el doctor Gálvez le confió la caja que contenía el objeto con una inscripción que decía: “Estandarte real del conquistador Pizarro regalado al excelentísimo señor José de San Martín, fundador de la libertad del Perú, por la Municipalidad de Lima, el 3 de abril de 1822.
PRESIDENTE CASTILLA RECIBIO ESTANDARTE. Apenas Francisco Bolognesi llegó a Lima, hizo entrega de lo recibido en París al presidente Ramón Castilla, quien dispuso que se conservase en una sala del Ministerio de Relaciones Exteriores, que ocupaba una parte de Palacio de Gobierno que daba a la calle Pescadería.
Allí estuvo hasta el 6 de noviembre de 1865, cuando triunfa la rebelión encabezada por el coronel Mariano Ignacio Prado contra el gobierno de Juan Antonio Pezet, por firmar con España el lesivo Tratado Vivanco-Pareja. En medio del desorden, el pueblo invadió Palacio de Gobierno destruyendo el histórico Estandarte de Pizarro.