La curadora del Museo de Artes y Tradiciones Populares, Gabriela Mellado, relató que con la colonización española, llegaron al continente americano “cajas de santero”, que fueron adoptadas por los habitantes para resignificar sus propias tradiciones. Dichas cajas empezaron a ser parte de los rituales tradicionales de los pueblos andinos.
Gabriela Mellado detalló que en el Perú estos objetos se transforman en lo que se conocen hoy como cajones de san Marcos, que tenían dos pisos, el superior dedicado a santos peruanos y en el inferior a fiestas populares, o tradiciones ganaderas o agrícolas.
Posteriormente, a mediados del siglo XX, por influencia de la corriente indigenista que conoce a artistas creadores de los cajones de san Marcos, que en ese momento eran artesanos desconocidos, les proponen integrar a esta cajas nuevos temas a su elección.
“De esa forma las cajas de san Marcos pasan a llamarse de forma comercial retablos y a ser vendidos a coleccionistas en Lima”, sostiene la curadora.
Añadió que los retablos, cuyas puertas de madera están pintadas de blanco con elementos de colores “son un soporte muy flexible que se produce de manera comercial”, y al mismo tiempo también para albergar nuevas expresiones artísticas e incluso políticas.
EXPOSICIÓN. La muestra “Retablo, cajón de maravillas”, estudia en el Centro Histórico de Lima, los retablos a través de artistas anónimos, modernos y consagrados artesanos como Joaquín López Antay, cuya obra es Patrimonio Cultural de la Nación.
La exposición se realiza desde el 3 de mayo, en el Museo de Artes y Tradiciones Populares en Lima y es promovido por la Pontificia Universidad Católica de Perú (PUCP).