La advertencia internacional sobre la posible pérdida del título de maravilla del mundo para Machu Picchu ha generado un terremoto político y social en Cusco. El gobernador regional, Werner Salcedo, apuntó directamente contra el Gobierno de Dina Boluarte, al que responsabilizó por la deficiente gestión y la falta de atención a los problemas estructurales que amenazan al santuario inca, en medio de una crisis turística que ya ocasiona pérdidas millonarias.
En un comunicado emitido el lunes 15 de septiembre, Salcedo cuestionó que, mientras Machu Picchu atraviesa una coyuntura crítica, el Ejecutivo promueva actividades ajenas a la urgencia patrimonial.
“Resulta alarmante que, en medio de la profunda crisis que podría costarle a Machu Picchu su designación como maravilla del mundo, el Gobierno central haya priorizado la promoción de un concurso sobre el pan con chicharrón”, denunció, en referencia al mundial de desayunos organizado por el streamer Ibai Llanos.
La ciudadela vive días convulsos. Comunidades locales mantienen bloqueada la vía férrea hacia Aguas Calientes, dejando a cientos de turistas varados y ocasionando la cancelación de cerca del 40 % de las reservas hoteleras, según la Cámara de Comercio y Turismo de Machu Picchu. Las pérdidas diarias alcanzan el millón de soles, afectando a restaurantes, guías y comercios artesanales. En paralelo, la organización New7Wonders advirtió que la permanencia del título está en entredicho por la falta de un manejo integral y sostenible, sumado a irregularidades en boletos, conflictos sociales y débil coordinación institucional.
En este escenario, Salcedo adelantó que planteará la transferencia de la gestión de Machu Picchu al Gobierno Regional del Cusco y la creación de una autoridad autónoma de turismo. La propuesta será expuesta este martes en una reunión convocada por el Mincetur, junto a autoridades locales. En contraste, mientras Dina Boluarte celebraba la victoria del pan con chicharrón en el torneo digital de Ibai Llanos que disparó la demanda gastronómica en plataformas de delivery, el gobernador cusqueño exigió soluciones urgentes y una mesa de diálogo de alto nivel para evitar que el Perú pierda uno de sus símbolos más importantes ante los ojos del mundo.
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