El Telar de Buena Fe, parte del área protegida de las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa, registró el ingreso de alrededor de 200 personas que instalaron carpas y marcaron lotes con piedras y cal durante la mañana del 30 de agosto. Estas prácticas pueden impactar el microrelieve y la lectura del terreno, donde se distinguen líneas y trazos milenarios.
La ocupación ocurrió dentro de una zona intangible y fue constatada en campo por personal técnico. Por ello, se activó el Sistema de Gestión para el Patrimonio Cultural del Territorio de Nasca y Palpa y se coordinó con la Municipalidad Provincial de Nasca, la PNP y el Ministerio Público.
En una primera verificación, la PNP exhortó a los ocupantes a retirarse. Horas más tarde, tras un nuevo recorrido, aún permanecía un grupo reducido, por lo que se realizó una segunda intervención. Finalmente, se confirmó que el área quedó libre y que se programarán acciones de recuperación y conservación para mitigar afectaciones derivadas del ingreso.
En el primer control en sitio se dejó constancia del carácter intangible del espacio y se solicitó el retiro. Por la tarde, un monitoreo adicional confirmó la permanencia de un grupo menor, ante lo cual se practicó una segunda intervención de verificación. De acuerdo con la información oficial, los ocupantes se retiraron de manera voluntaria y no se reportaron incidentes de violencia. Personal del sistema de gestión corroboró luego que el sector quedó despejado.
Una vez liberada la zona, se anunciaron medidas para asegurar la preservación del sitio. Estas incluyen acciones de limpieza de marcas recientes, revisión de hitos de protección y actualización del registro de impactos. También se adelantó que se reforzarán los recorridos preventivos en sectores sensibles del complejo de Nasca y Palpa, a fin de reducir riesgos de nuevos ingresos no autorizados.
Reconocidas desde 1994 en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa cuentan con un régimen especial de protección. Esto implica mantener el paisaje arqueológico libre de usos que puedan comprometer su integridad y aplicar protocolos de respuesta ante eventos como ocupaciones, aperturas de trochas o trazados irregulares.
En ese marco, se informó que, tras el retiro de los ocupantes, se ejecutarán labores de recuperación del área intervenida y seguimiento técnico para documentar posibles huellas recientes, con el objetivo de salvaguardar la lectura del sitio y la continuidad de las investigaciones.