Arqueólogos descubrieron indicios de asentamientos romanos de la Edad de Bronce y de la Edad de Hierro en Essex, al sur de Inglaterra, en unos hallazgos calificados como "increíblemente fascinantes".
Los asentamientos, descubiertos durante las excavaciones previas al establecimiento de una tubería de agua, ofrecen una "imagen real de cómo era la vida de la gente ordinaria", declaró Benjamin Sleep, consultor principal de arqueología y patrimonio de Stantec, la empresa contratada para supervisar el elemento arqueológico del proyecto.
Las pruebas sugieren que en la zona hubo actividad de la Edad de Bronce Tardía, que se remonta a unos tres mil años, según Sleep.
El ocupante original de un sarcófago egipcio era un misterio. Entonces, un diminuto ornamento reveló un nombre famoso
Ya se sabía que los romanos se habían asentado en Essex, pero excavar una zona como parte de un proyecto de oleoducto ofrecía la oportunidad de investigar una enorme franja de campo, en lugar de los yacimientos arqueológicos más habituales en pueblos y ciudades o en sus alrededores, añadió.
El mayor asentamiento hallado fue una granja con edificios circundantes que, según los arqueólogos, albergaban ganado y ofrecían espacio para trabajar el metal o fabricar cerámica, explicó Sleep.
Los artefactos descubiertos demuestran "que los romanos no llegaron, arrasaron todo y luego establecieron sus propios asentamientos". "En gran medida, se integraron mucho en las comunidades".
Añadió que se mantuvieron ciertos tipos de cerámica y explicó que se siguieron utilizando objetos fabricados con material local junto con cerámica samia importada del norte de Francia.
"Es como si tuviéramos la porcelana fina y luego la cerámica cotidiana", detalla. "Estas cosas tienden a fundirse unas con otras en los registros arqueológicos, lo que demuestra que hay continuidad".