Estrella Chanamé jamás imaginó que un video casero publicado en 2007 la llevaría a los escenarios más importantes del país. A los 18 años, fue contactada por los dueños de Corazón Serrano y tras pruebas de voz, grabación y shows en vivo, ingresó al reconocido grupo norteño. Sin embargo, solo un año después abandonó la agrupación debido a problemas internos, presión emocional y afectaciones en su salud, pese al impulso que significó para su carrera.
Tres meses más tarde llegó a Agrupación Lérida, referente de la cumbia sureña, donde permaneció cuatro años y consolidó un estilo que terminó marcando su identidad artística. Aunque reconoce que la cumbia norteña domina Lima, admite que eligió la corriente sureña por su raíz melancólica, mayor intensidad emocional y conexión personal: “La música sureña transmite sufrimiento y euforia. Siempre me gustó y me quedé”, afirma.
Chanamé señala que la cumbia sureña sigue enfrentando discriminación y dificultades para ingresar a radios de la capital, pero destaca su expansión internacional hacia Bolivia, Chile y Argentina, así como el crecimiento de figuras como Yarita Lizeth y Los Puntos del Amor. A pesar del prejuicio, sostiene que el público sureño vive la música con pasión más explosiva, distinta a la sobriedad norteña, lo que genera contrastes y miradas extrañadas entre ambos públicos.
Como solista, asegura que nunca planeó ir por cuenta propia, pero las oportunidades llegaron de forma natural y hoy se considera una de las voces más fuertes del sur. Su popularidad la llevó a recibir propuestas de agrupaciones como Puro Sentimiento y despertar el interés de figuras como Los Ronisch de Bolivia. Entre risas reconoce que aún no asimila su éxito, pero confirma que prepara nuevas canciones y que el escenario sureño sigue siendo el espacio donde más la celebran.