María Antonieta Bejarano Hernani es una figura muy importante en la historia musical y cultural de Arequipa, merece ser recordada y reconocida, pues además de ser una magnífica cantautora, fue la esposa y madre de las tres mejores voces que ha dado Arequipa al Perú y al mundo; nos referimos a su esposo, el legendario Víctor Dávalos Salazar y a sus hijas: María Antonieta y Lesslie Dávalos Bejarano, los tres excelentes intérpretes de música arequipeña y criolla.
SU VIDA. María Antonieta Bejarano Hernani nació el 17 de enero de 1935, hija de un gran compositor arequipeño, don Augusto Bejarano Mantilla y de la destacada cantautora María Hernani Álvarez, es decir el talento para la música corría por sus venas. Pasó su infancia en la quinta cuadra de la calle Ejercicios, hoy Álvarez Thomas.
Como lo dijimos anteriormente nació con un talento innato para el arte, componía variadas melodías y temas musicales con gran facilidad, todas sus letras reflejaban la historia de su vida.
Tuvo como profesor de música al ilustre músico arequipeño Benigno Ballón Farfán. Su primera composición la realizó con apenas 15 años de edad y fue el vals “Te quise”.
Además de componer canciones fue una excelente intérprete de música peruana e internacional. Poseía una voz muy peculiar, según su maestro Benigno Ballón Farfán tenía registro de mesosoprano (voz media, que se encuentra por debajo de la soprano y encima de la contralto).
Con su tía Judith Bejarano Mantilla, conformaron un dúo conocido como las Hermanitas Bejarano, posteriormente María Antonieta se independizó convirtiéndose en solista, siendo bautizada como “La criollita”.
A los 13 años se conoció con quien sería el gran y único amor de toda su vida, la inspiración de todas sus composiciones, Víctor Dávalos Salazar, con quien contrajo matrimonio en 1956. Tuvieron cinco hijos, fruto de este inmenso amor: María Antonieta, Lesslie, Anabelly, Víctor y Rodny.
Para la cantautora no fue nada fácil ser la esposa de un artista, debido a su carrera musical don Víctor Dávalos constantemente viajaba para realizar sus presentaciones, dejando con tristeza muchas veces su hogar, esta situación solo pudo ser comprendida por una mujer que al igual que él, amaba el arte y la música.
En numerosas ocasiones don Víctor reconoció la paciencia que su amada esposa tuvo con su carrera artística, calificándola como lo más maravilloso que Dios dio en la vida.
Mujer ejemplar, de grandes cualidades, valores y principios. Dulce, generosa, muy apegada a Dios y a su familia, sobre todo a sus hijos a los que amó con todo su corazón y dedicó gran parte de su vida.
Doña María Antonieta Bejarano Hernani, mujer a la que Arequipa debe tanto, núcleo de la familia artísticamente más importante de nuestra ciudad, falleció el 2 de agosto del 2011, dejando un gran vacío en su familia y en el corazón de su amado esposo don Víctor Dávalos, con quien estamos seguros goza ahora de su inmenso amor en la eternidad.
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