Cultura

La rabieta que hizo Bolívar en Arequipa

El libertador llegó a la Ciudad Blanca en mayo de 1825, un mal entendido generó una fuerte discusión

post-img
DIARIO VIRAL

DIARIO VIRAL
redaccion@diarioviral.pe

Los historiadores venezolanos y arequipeños plasmaron en sus obras un suceso vivido en Arequipa, cuando Simón Bolívar visitó la ciudad el 12 de mayo de 1825, en ese momento la jurisdicción era el último reducto del gobierno español, al invadir el país y obligar a mantener su organización política llamada virreinato del Perú. 

Cuentan que aquella visita de Bolívar suscitó rechazo de los terratenientes liderados por el obispo Goyeneche y de la población que se mostraba a la expectativa por los cambios de la independencia. Dicha visita duró pocas semanas en la ciudad.

Durante su estadía organizaron agasajos de agradecimiento, uno de estos fue realizado por el general argentino Rudecindo Alvarado.  Según el historiador Guillermo Zegarra Meneses en su libro “Arequipa en el paso de la colonia a la república”, Alvarado preparó un banquete para Bolívar y su comitiva en la casa del prefecto Pío Tristán, el principal potaje fue una ternera asada con pellejo y sin sal.

Como en la reunión no había damas, se hablaba sin miramientos y se bebía con largueza. Cuando tomaban café, Bolívar se levantó para brindar y dirigiéndose al general Alvarado dijo que pronto tendría el placer de pisar el suelo de Argentina. Una frase de amabilidad que fue mal entendida por el coronel argentino Román Deza, quien la tomó como ofensa y expresó: “Los argentinos no admiten dictadores”.

¿QUÉ PASÓ LUEGO DE ESTE COMENTARIO? El literato Ricardo Palma en su libro “Mis últimas tradiciones peruanas y cachivachería”, escribe, que el anfitrión el general Alvarado notó que Simón Bolívar saltaba sobre la mesa donde se sirvió el café y decía al coronel Deza: “Así, así he de pisotear a la república de Argentina”, al mismo tiempo que pisaba y hacía pedazos las tazas y botellas que cubrían dicha mesa.

Al ver este espectáculo, Alvarado corrió hacia Bolívar y alejándolo de Deza, logró con mil esfuerzos, calmar su exaltación.

En Arequipa, Simón Bolívar tuvo muchas historias, tanto buenas como malas, aunque después de todo la relación entre los representantes arequipeños y Simón Bolívar acabó muy mal.

Pero esta antipatía era mutua, así, en una carta dirigida por Bolívar al general Francisco de Paula Santander, vicepresidente de Colombia, en mayo de 1825, señalaba: “Nuestros colombianos que habían sido antes bien tratados aquí (…) me han hecho concebir la idea que (Arequipa) rivalizaba con Lima, pero es falso. Las reliquias de Lima son preferibles a la esplendidez de Arequipa. Esta ciudad es una gentil pastora y Lima una hermosa matrona. Sin embargo, Arequipa es la segunda ciudad del Perú, aunque la de los incas (Cusco) es más grande”.

Del mismo modo sucedía con la población. En opinión de Bolívar: “Este departamento está plagado de personas adictas a la monarquía española y ven como un crimen profesar los principios de nuestro sistema”.

Correspondiendo al desagrado mostrado por el libertador, la clase política arequipeña hizo evidente su antipatía y rechazo de manera casi inmediata. En otra carta enviada desde el Cusco, Bolívar le informaba a Hipólito Unanue que, apenas había salido de la ciudad de Arequipa, aparecieron unos pasquines donde lo llamaban ‘monstruo’ y que buscaba ‘devorar’ a todos los peruanos.

Desde aquella rabieta y las críticas entre Bolívar y Arequipa generaron que buena parte de la sociedad arequipeña se decepcione del régimen bolivariano, lo cual estimuló la formación de una alianza ‘sagrada’ entre líderes, patriotas y realistas, con el objetivo de oponerse a las políticas de gobierno y las pretensiones dictatoriales del libertador.

author-img_1

Diario Viral

Redacción

Somos una multiplataforma digital. Desde Arequipa, te ofrecemos las mejores noticias locales, nacionales e internacionales. Somos los creadores del primer diario digital gratuito de la Ciudad Blanca.

Articulos Relacionados