Escribe: Sarko Medina Hinojosa.
El sismo del 23 de junio de 2001 provocó el desplome de una de las torres de la Catedral de Arequipa, que traspasó la bóveda impactando en la nave principal, a tres metros del Órgano de Loret. Si bien el impacto no alcanzó directamente al instrumento, gran cantidad de cascotes impactaron en la fachada y en el interior del mismo. Una gran nube de polvo afectó al conjunto del órgano y las vibraciones desencajaron el mueble, los tubos y los mecanismos. Pero, en general, se salvó de una indiscutible destrucción si solo uno de los cascotes hubiera impactado directo en él.
La imponencia del Órgano de Loret, impresiona a los visitantes del Museo de la Catedral de Arequipa, y no es algo gratuito. Durante años, se mantuvo en silencio, más aún después del mayor sismo de las últimas décadas. Pero los que lograron escuchar su música en la época de su primer esplendor, forjaron su leyenda, la cual va ligada a la exquisitez de los trazos artísticos que lo hacen único, irrepetible.
Historia
La Catedral de Arequipa tuvo tres órganos. Uno que se destruyó con el terremoto en 1784, según testimonio de Juan Domingo Zamácola y Jáuregui; y dos, que se convirtieron en cenizas con el incendio en diciembre de 1844.
Después de la reconstrucción, se encargó la negociación de su construcción al científico arequipeño Don Mariano Eduardo de Rivero y Ustáriz, nombrado como Cónsul General del Perú en Bélgica en 1850, quién se presentó en los talleres de Loret y solicitó la fabricación del instrumento de 1852. Quince meses demoró su construcción. Fue entregado el 18 de marzo de 1854 y de allí en adelante es un símbolo más de nuestra cultura musical.
Última reparación. Mons. Javier Del Río Alba, Arzobispo actual de Arequipa, teniendo en cuenta la importancia de tal instrumento, encarga al taller de Organería Blancafort de Barcelona España la última reparación, quienes durante siete meses entre el 2012 y 2013, con especialistas de sonido y arquitectura en madera, se encargaron de restaurar y reparar las delicadas piezas originales del instrumento musical. También de cambiar otras que ya no servían e impedían el afinamiento del instrumento.
“En las anteriores reparaciones no se afinó el sonido porque tenía tubos rotos y malogrados, por ello el sonido era muy bajo. Además, el asiento y pedal estaban movidos e impedían que pueda ser tocado adecuadamente”, explica Lucia Pastor de Chirinos, responsable de imagen institucional del Museo de la Catedral de Arequipa. Así, el órgano está en pleno funcionamiento, se puede escuchar tanto los días de semana en la visita que puedan hacer al Museo, pero, principalmente los domingos en la Misa de 11 am que preside el arzobispo y en las mayores celebraciones eclesiales.