En el marco de las Fiestas Patrias, el Perú pone en valor su pasado milenario a través de monumentos y complejos arqueológicos que reflejan la genialidad de sus antiguos habitantes en arquitectura, ingeniería y arte.
Machu Picchu, símbolo nacional y maravilla del mundo, destaca por su precisión constructiva en plena montaña. Chavín de Huántar, en Áncash, asombró por su compleja red de galerías subterráneas y su influencia religiosa en los Andes. En la costa norte, Chan Chan, capital del reino Chimú, impresiona por ser la ciudad de adobe más grande de América prehispánica.
Caral, cuna de la civilización más antigua de América, conserva pirámides y plazas construidas hace más de 5,000 años. En Ayacucho, la Ciudad Wari revela el poder del primer imperio andino con murallas, templos y mausoleos subterráneos. Y en Amazonas, la fortaleza de Kuélap eleva el legado de los Chachapoyas con murallas de hasta 19 metros.
Finalmente, las Líneas de Nasca, en el desierto de Ica, siguen desconcertando al mundo con sus colosales figuras y posibles funciones astronómicas o rituales.
Estos monumentos no solo narran la historia del Perú antiguo, sino que también fortalecen la identidad nacional y proyectan al país como un referente cultural global.
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