Visitantes irresponsables dañaron un geoglifo con más de 2500 años de antigüedad, conocido como el Candelabro de Paracas, ubicado en la provincia de Pisco, región Ica.
Los turistas ingresaron a pie y en vehículo a la parte alta de la Reserva Nacional de Paracas, ya que se puede apreciar claramente las huellas dejadas en la arena, tanto de pisadas como de neumáticos.
Fue un guía de turismo quien se percató de la invasión a este atractivo, generando gran indignación entre los turistas de diversas partes del mundo que llegaron a Paracas.
Ante esta situación, representantes del Ministerio de Cultura, encargados de la conservación y protección de este patrimonio, llegaron al lugar para inspeccionar la zona e iniciar investigaciones.
La comunidad local instó a la entidad estatal a proteger el Candelabro de Paracas y aplicar duras sanciones a quienes lo vulneren.
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