Como docente y escritora, Esther Villafuerte tiene mucho que decir no solo en aulas sino a través de su poesía y narrativa. ¿Cuál fue la inspiración detrás de su libro “Palabrario Di-versos”? Nació a propósito del “Plan Lingüístico Familiar” (2021) que propuse para el sector educación. En él invitaba a gestionar palabras en un entorno disruptivo y caótico, y gestioné mis palabras a través de un ‘Palabrario’, a modo de relicario fino y delicado, que contiene poesías y cuentos. Allí están múltiples vivencias, como dice Frank Kafka: “La literatura es siempre una expedición a la verdad”.
¿Cómo influye la formación docente en tu estilo de escritura? La docencia es un camino de vocación casi poética, ambas se relacionan desde lo más profundo de los sentimientos. No es buena docente quien no educa con amor; se puede ser instructor, pero la vocación de enseñar implica aprender del discente, de su proceso. En esa labor, los poetas-docentes transformamos las experiencias en versos nutrientes, que ayudan a entender la sociedad. Al hablar poéticamente ensanchamos la valoración de las palabras.
¿Qué desafíos enfrentaste al promover literatura escrita por mujeres en Arequipa? A los 19 años, logré el primer lugar en los Juegos Florales de la Universidad Católica Santa María de Arequipa, con el poemario “Ramajes de Tierra Adentro” me ofrecieron publicarlo, reclamé muchas veces, pero no cumplieron la promesa, con la excusa que no hay presupuesto. Esos desaires sufrimos a veces las mujeres que escribimos, sobre todo cuando los recursos económicos propios son limitados, así nuestros libros quedan inéditos y en el olvido, a pesar de haber recibido un reconocimiento público. Por otro lado, en nuestra ciudad de Arequipa las concepciones eran conservadoras y los espacios culturales, manejados por varones, con poca participación de las mujeres. Por los años ochenta, publicamos en periódicos locales, en revistas como Polen de Letras, La Gran Flauta y la emblemática, Tortuga Ecuestre; sin embargo, se publicaron pocos libros de mujeres. Felizmente en los últimos tiempos la presencia femenina en la literatura es valorada y difundida gracias a la aparición de editoriales independientes y al apoyo de instituciones y ferias de libros.
¿Cómo fue la elección de los poemas para la Cátedra Antonio Cillóníz, en “Poemas en Modo Avión”? Inicialmente tuve que elegir una temática, y pensando en la invasión generalizada en las redes sociales del internet y por ende los celulares; propuse volver la mirada al silencio “al modo avión”, para encontrar lo más importante del ser humano, su mundo interior, mirar al compañero en este viaje de la vida, volver a los caminos de la solidaridad y dejar el individualismo. Por ello elegí una temática de vuelo, desde una bienvenida a bordo de la vida, hasta la preparación para el aterrizaje: “subo al avión de la existencia /sin motor /sin timón /…con un solo destino / llegar a otro lugar”. El poemario tiene caligramas, poemas visuales, prosa poética, a modo de testimonio con buen despliegue creativo.