Alianza Lima decidió no escatimar recursos tras una temporada sin objetivos cumplidos y activó una agresiva estrategia de refuerzos para el 2026. Con una inversión que supera los 10 millones de soles, el club íntimo apuesta por recuperar protagonismo local e internacional, consciente de que el margen de error es mínimo luego de quedar fuera de la lucha por el título y de la fase de grupos de la Copa Libertadores.
La dirigencia, encabezada por Franco Navarro, se movió con rapidez en el mercado y logró incorporar nombres de peso. El primero fue el ecuatoriano Jairo Vélez, por quien se pagaron cerca de 250 mil dólares, arrebatándolo a Universitario cuando ya parecía cerrado su fichaje. A él se sumó Cristian Carbajal, una de las revelaciones del torneo local, por quien Alianza desembolsó más de medio millón de soles.
La inversión se incrementó con la llegada del delantero Luis Ramos, procedente de Cusco FC, por una cifra superior a los 650 mil dólares, y con el fichaje del argentino Federico Girotti, una de las apuestas más ambiciosas del mercado, cuyo pase superó los 1.6 millones de dólares. A ellos se añade Alan Cantero, por quien el club pagó cerca de 600 mil dólares para asegurar su continuidad.
En total, la institución de La Victoria ha invertido más de 10 millones de soles en refuerzos, una cifra que eleva la presión sobre el comando técnico y el plantel. El objetivo es claro: ganar el título nacional y asegurar una participación rentable en la Copa Libertadores, torneo que representa una fuente clave de ingresos para equilibrar las finanzas.
El desafío ahora será traducir la inversión en resultados. Con un plantel renovado y una exigencia máxima desde la tribuna, Alianza Lima afronta una temporada decisiva en la que no solo se juega títulos, sino también credibilidad deportiva y estabilidad económica a largo plazo.