Apenas iniciada la actual edición del Mundial de Clubes, la FIFA ya proyecta su siguiente capítulo para 2029, y Brasil ha levantado la mano con fuerza para ser el anfitrión. La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) oficializó su candidatura durante la Cumbre Ejecutiva de Fútbol FIFA 2025 celebrada en Miami, reforzando su ambición con argumentos deportivos y estratégicos.
Samir Xaud, presidente de la CBF, sostuvo una reunión clave con Gianni Infantino, titular de la FIFA, en la que presentó la aspiración brasileña. “Hablé de mis objetivos al frente de la CBF y dije que queremos acercarnos a la FIFA. Elogié el evento y el nivel de los clubes brasileños y, finalmente, ofrecí al país como sede del próximo Mundial”, señaló Xaud tras el encuentro. Según afirmó, Infantino recibió con entusiasmo la propuesta y la consideró “totalmente posible”.
El respaldo a esta iniciativa no es únicamente institucional. El rendimiento de los equipos brasileños en la presente edición del torneo ha sido un argumento de peso: Palmeiras compite en el grupo de Lionel Messi, Flamengo sorprendió al Chelsea, Fluminense mide fuerzas con el Borussia Dortmund y Botafogo logró una histórica victoria ante el campeón europeo, el PSG. La competitividad y el espectáculo ofrecido por estos clubes consolidan a Brasil como un aspirante sólido y legítimo.
No obstante, la pugna por albergar el torneo será reñida. España y Estados Unidos también han manifestado su interés. Según el diario AS, Rafael Louzán, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), trasladó personalmente su propuesta a Infantino. La misma se enmarca como antesala organizativa del Mundial 2030, que será compartido entre España, Marruecos y Portugal, con partidos inaugurales en Argentina, Uruguay y Paraguay.