Ayacucho FC cerró su temporada con un golpe devastador. El cuadro dirigido por Sergio Castellanos llegó al último partido del Torneo Clausura 2025 obligado a vencer tras la polémica derrota administrativa ante Comerciantes Unidos que lo había dejado al borde de la caída a la Liga 2. Pese a la entrega del plantel y a un duelo intenso frente a Cienciano, los ‘zorros’ no lograron revertir su destino y cayeron 1-2 en Cusco, prácticamente sellando su descenso en medio de un clima de indignación.
Tras el pitazo final, Castellanos no contuvo su frustración. En conferencia de prensa calificó el desenlace como una “injusticia” y cuestionó abiertamente las decisiones de la Federación Peruana de Fútbol que, según afirmó, condicionaron el futuro del club. “Hoy debimos tener un vestuario con alegría, porque el equipo hubiera estado salvado, pero la Federación dijo que no”, declaró, refiriéndose a la sanción que modificó el resultado del duelo previo. El entrenador sostuvo que Ayacucho FC estaba en condiciones de mantener la categoría, pero la medida federativa cambió por completo el escenario.
Más allá del esfuerzo mostrado ante Cienciano, Castellanos remarcó que el golpe más duro no fue la derrota deportiva, sino la forma en que se produjo. Incluso dejó abierta la puerta a que el club acuda al TAS u otras instancias para buscar revertir la sanción. “Nosotros dentro de la cancha no pudimos hoy, pero ya queda en manos del club y de los abogados. No estoy de acuerdo con las decisiones que se tomaron”, afirmó, sugiriendo que la lucha todavía no termina y que la dirigencia evaluará acciones legales.
El momento más emotivo llegó en el vestuario, donde el técnico vio a sus jugadores quebrarse tras conocer el desenlace. “Ver a los chicos llorando me duele mucho. Ellos se lo ganaron en la cancha… la presencia en Liga 1 no se mendiga”, expresó entre bronca y tristeza. Pese a la caída, Castellanos destacó la entrega del plantel y sostuvo que no tiene nada que reprocharles. La situación de Ayacucho FC, cargada de lágrimas, reclamos y sensación de injusticia, abre ahora un nuevo capítulo: el debate sobre la transparencia y la rigurosidad en la administración de la Liga 1.