La autopsia practicada al cuerpo de Diego Armando Maradona muestra que venía acumulando agua en sus pulmones desde hacía "al menos 10 días" antes de su fallecimiento, a causa de una "insuficiencia cardíaca" y una "cirrosis hepática". Así señaló el médico a cargo de la evaluación, Mauricio Casinelli, quien examinó el cadáver tras el deceso ocurrido en su vivienda el 25 de noviembre del 2020.
En audiencia ante el tribunal que lleva adelante el juicio por la muerte de Maradona, el perito Casinelli afirmó que el ídolo del fútbol mundial tenía "un corazón que pesaba más del doble del tamaño normal", presentaba "un edema generalizado, de pies a cabeza" y señales de una larga agonía, de "por lo menos 12 horas".
En audiencia del último jueves, se mostraron nuevas fotografías del cuerpo de Maradona para probar su estado antes de su fallecimiento. Sus hijas prefirieron retirarse del recinto para no verlas.
De igual forma, se presentó otro informe de autopsia realizado por el perito Pablo Ferrari. En este se indica que Maradona no recibió asistencia o farmacológica vinculada a una patología coronaria, y estimó el cuadro agónico “en minutos o, a lo sumo, pocas horas”. Sin embargo la Fiscalía cuestionó este reporte de 25 páginas porque solo se basaba en pruebas presentadas por el neurocirujano Leopoldo Luque, médico acusado por la muerte de Diego Armando Maradona.
Son siete personas investigadas por la muerte del astro argentino por dolo eventual, es decir, eran conscientes que sus acciones podían llevar a la muerte al excrack de la selección argentina. Se estima que las audiencias con declaraciones de testigos por este caso podría prolongarse hasta el mes de julio de este año.
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