El entrenador de la selección peruana, Juan Reynoso, recordó su paso por la 'Bicolor' y afirmó que tenía un plan para impulsar el cambio generacional en la 'Bicolor', pero se vio frustrado por su salida.
“Cuando viene la invitación de Perú, después del campeonato con Cruz Azul, es como la cereza al pastel. Tengo que reconocer que me gana el romanticismo, porque muchos de los jugadores yo sabía que no iban a terminar las Eliminatorias por una cuestión de edad y desgaste”, admitió.
Cuando Reynoso llegó a la Villa Deportiva Nacional, emprendió una tarea principal: encabezar un periodo de renovación de futbolistas para reforzar al plantel pensando en el inicio de las Clasificatorias CONMEBOL. Dentro de esa misión, se preocupó por reclutar deportistas foráneos siendo el caso más ejemplar el representado por Oliver Sonne.
“Me tocó hacer una transición pensando que terminaba su pico ahora en la Copa América 2024 o en esta última fecha FIFA de noviembre. Entré por Ricardo Gareca, quien estuvo cerca de 8 años, pero como todo ciclo hubo desgaste”, acotó.
Agregó: “Llegamos y en la evaluación que hice del plantel dije, ¿nos alcanzará? Seguro se irán cayendo jugadores, vamos a traer a otros, vamos a buscar a gente con ascendencia peruana. En ese ínterin, los resultados no se dieron y cuando no se dan aparecieron los haters y así todo se dimensionó hacia lo malo”, sumó.
Por otro lado, Juan Reynoso reveló que sus facultades iban más allá de la Blanquirroja, por lo que le sorprendió la disolución de su vínculo: “Tuvimos la decisión de sacarnos cuando el plan era no solo la selección mayor, sino reestructurar la liga y los menores. No alcanzó”.
Con un grupo compuesto, en su mayoría, por jugadores longevos en demarcaciones puntuales, Reynoso se atrevió a echar mano de puntuales carentes de experiencia en confrontes de alto nivel. Lo llamativo de esa disposición, es que esos deportistas no contaban con una competencia adecuada y sus clubes miraron a los costados al momento de cederlos.
“Ahí están los números. Debutamos en Eliminatorias Sudamericanas a chicos que no habían jugado ni en la Sub-20 ni Sub-17. Y teníamos en enero el Preolímpico Sub-23, donde podíamos competir porque 4 chicos habían jugado con nosotros. Ahí dijimos: ‘La Federación se debe poner fuerte para mandar el mejor equipo’, pero los equipos dijeron no. Al final, fue un desastre y ni compitieron”, denunció Juan.