Tras la inesperada derrota de Boca Juniors ante Alianza Lima por 1-0 en la ida de la Fase 2 de la Copa Libertadores, el presidente del club, Juan Román Riquelme, no se contuvo y descargó su furia sobre los jugadores en el vestuario.
Según reportes de la prensa argentina, Riquelme los calificó de "desastre" por su pobre desempeño en el campo de juego.
Mientras tanto, el entrenador Fernando Gago optó por una postura más reservada, afirmando que la autocrítica se realizaría internamente y que el equipo se concentraría en la revancha en casa.
"La autocrítica se hace de puertas para adentro y ver los errores que se llevaron a cabo en este partido. Nos queda la revancha en casa y es una oportunidad importante que tenemos", indicó Gago en conferencia.