La historia de Olivia Smith, reciente fichaje del Arsenal de Inglaterra, trasciende el ámbito deportivo y se conecta con los orígenes culturales de Sudamérica. Con apenas 20 años, la delantera canadiense protagoniza un hito sin precedentes: su traspaso supera el millón de libras esterlinas, convirtiéndose en el fichaje más caro en la historia del fútbol femenino. Pero detrás del récord financiero hay un origen que vincula a la nueva figura del campeón vigente de la Champions League Femenina con Chile y Perú.
Olivia Smith nació el 5 de agosto de 2004 en North York, Ontario (Canadá). Su padre, Sean Smith, es jamaicano, y su madre, Sulle Riquelme-Smith, canadiense de ascendencia chilena y peruana. De acuerdo con medios chilenos como La Tercera y En Cancha, la madre de Olivia es hija de inmigrantes latinoamericanos: su padre es chileno y su madre, peruana. Esto convierte a la joven futbolista en nieta de una peruana, estableciendo un vínculo directo entre la deportista y el país andino.
El nombre de Olivia Smith ya resonaba desde noviembre de 2019, cuando con solo 15 años y 94 días se convirtió en la jugadora más joven en debutar con la selección absoluta de Canadá. El periodista Ron FanFair documentó este momento en un reportaje que incluye entrevistas con su madre y destaca el entorno familiar que acompañó su precoz ascenso.
Ahora, con el respaldo del Arsenal y una proyección internacional consolidada, Smith se convierte en un símbolo de transformación del fútbol femenino, no solo por el impacto deportivo sino por el significado social y económico de su transferencia. Su llegada a Europa marca un nuevo capítulo para una generación de futbolistas que rompe barreras y redefine fronteras.
Aunque Olivia representa oficialmente a Canadá, su sangre también lleva el legado de Sudamérica, y particularmente de Perú. Su conexión con el país no es sólo biológica, sino cultural: una herencia que podría abrir puertas al interés del fútbol peruano por sus logros y que genera orgullo en la región