Óscar Ibáñez, ex arquero argentino y nuevo técnico de la selección peruana, asumió el cargo con un optimismo rotundo.
A pesar de la difícil situación del equipo, ubicado en el último lugar de las eliminatorias sudamericanas con solo siete puntos, Ibáñez declaró que su confianza en la clasificación al Mundial 2026 fue la razón principal para aceptar el reto.
"Nosotros somos gente de trabajo, gente profesional. Somos personas de convencimiento y no nos hubiéramos arriesgado a tomar este desafío si no estuviéramos convencidos de que podemos clasificar", aseguró Ibáñez a la prensa.
Su conocimiento de la selección, tras haber jugado 50 partidos con la camiseta peruana y haber trabajado como preparador de arqueros con Markarián y Gareca, le da una ventaja significativa.