Arequipa conserva el tercer lugar en el Índice de Competitividad Regional (Incore) 2025 del Instituto Peruano de Economía (IPE), posición que mantiene por sexto año consecutivo entre las 25 regiones evaluadas. La región se ubica entre los cinco primeros puestos en todos los pilares analizados, destacando en el ámbito laboral.
En esta edición, Arequipa logró el primer puesto en el pilar Laboral con un puntaje de 6.8, impulsado por mejoras en formalidad (de 35.1 % a 38.3 %) e ingresos por hora (de S/13.7 a S/14.6). También se redujo la proporción de jóvenes que no estudian ni trabajan, de 20.3 % a 17.1 %. Sin embargo, preocupa la elevada brecha de género en ingresos, que alcanza el 42.4 %, muy por encima del promedio nacional (27.2 %).
En Infraestructura, la región avanzó al segundo lugar con 7.4 puntos, gracias a una mayor continuidad del servicio de agua (de 21.7 a 23.1 horas diarias) y al crecimiento del transporte aéreo nacional (de 1251 a 1445 pasajeros por cada 1000 habitantes).
Pese a mejorar su puntaje en Entorno Económico (de 5.9 a 6.5), Arequipa se mantiene cuarta desde 2016. El avance se debió al aumento del uso de billeteras digitales y la tenencia de cuentas bancarias. No obstante, el acceso al crédito bajó de 38.9 % a 38.0 %, aunque aún conserva el segundo puesto en ese indicador.
En contraste, la región retrocedió una posición en los pilares de Salud, Educación e Instituciones. En Salud, descendió al quinto lugar por el aumento de la desnutrición crónica (de 4.7 % a 5.6 %) y la anemia infantil (de 40.4 % a 43.9 %). Aun así, la cobertura de vacunas básicas en menores subió de 65.5 % a 72.2 %.
En Educación, Arequipa pasó del tercer al cuarto lugar pese a un alza en su puntaje general (de 7.8 a 8.1). La conclusión de secundaria entre adolescentes cayó de 95.7 % a 91.2 %, y el rendimiento lector bajó ligeramente, aunque se mantiene por encima del promedio nacional. En contraste, el rendimiento en matemáticas mejoró de 33.3 % a 40.3 %.
Finalmente, en el pilar Instituciones, la región cayó del tercer al cuarto puesto. El deterioro se atribuye al aumento de la victimización delictiva (de 30.4 % a 34.3 %), a la baja satisfacción con el gobierno regional y a una menor recaudación municipal. En cambio, se redujeron los conflictos sociales activos.
El Incore permite identificar áreas prioritarias para la gestión pública. En el caso de Arequipa, se recomienda fortalecer el sistema de salud, mejorar la seguridad ciudadana y combatir las economías ilegales. Asimismo, es clave dinamizar sectores estratégicos como la agroexportación y promover la inclusión financiera con acceso digital.