En el 2024, Arequipa registró 3.1 homicidios por cada 100 mil habitantes, un incremento de 1.2 casos de ese tipo respecto al 2019, antes de la pandemia del coronavirus, cuando la región alcanzó los 1.9 homicidios por cada 100 mil habitantes, según datos del Sistema Nacional de Defunciones (Sinadef), consignados por ComexPerú.
“Estas cifras mellan la confianza y la percepción de los peruanos. Según el INEI, para el semestre julio-diciembre de 2024, el 45 % de la población colocaba a la delincuencia como uno de los principales problemas del país, solo por detrás de la corrupción”, refirió ComexPerú.
Para el gremio, este conjunto de datos evidencia que la lucha contra la delincuencia y el crimen organizado no está dando resultados, y la población lo percibe como un problema que está empeorando y al que el Gobierno no puede hacerle frente.
“Esta situación tiene un impacto económico muy fuerte, pues los costos directos del crimen y la violencia en el Perú alcanzan el 2.82% del PBI, lo que socava las expectativas de personas y empresas”, lamentó.
“El aumento en los índices de criminalidad y la falta de medidas efectivas demuestran la necesidad de replantear la estrategia de seguridad en el país. La implementación de modelos exitosos de otros países podría ser una alternativa viable para contener el avance del crimen organizado”, consideró.