Frente al cambio climático que trae variaciones extremas de temperatura, incrementa las lluvias y genera condiciones propicias para la proliferación de plagas y enfermedades al sector agricultura, el uso de semillas certificadas se presenta como una solución clave para garantizar cultivos más resistentes y sostenibles.
El director ejecutivo de la asociación civil Cultivida, Rubén Carrasco, informó que hay necesidad que el Estado apoye a los agricultores para que use este tipo de semillas.
“El uso de semilla certificada no solo mejora la calidad y productividad de los cultivos, sino que también reduce la vulnerabilidad ante factores climáticos adversos y la incidencia de enfermedades. Al contar con semillas de origen controlado y con estándares de calidad, los agricultores pueden optimizar sus cosechas y minimizar pérdidas”, explicó.
Además, indicó que las semillas certificadas combinadas con buenas prácticas agrícolas, como el monitoreo de plagas, el manejo eficiente del agua y la rotación de cultivos, para garantizar una producción más eficiente y sostenible.
“Es crucial que los agricultores tengan acceso a tecnología agrícola de calidad, y las semillas certificadas juegan un papel fundamental en la adaptación del agro a los retos del cambio climático. Apostar por insumos de calidad es una inversión en el futuro de la agricultura y en la seguridad alimentaria del país”, concluyó Carrasco.
Cabe indicar que las semillas certificadas son desarrolladas con características genéticas que las hacen más tolerantes a enfermedades comunes en los cultivos, reduciendo la necesidad de tratamientos químicos.
Además, soportan mejor sequías, lluvias intensas y cambios bruscos de temperatura.