La moneda peruana ha demostrado ser una de las más estables en la región latinoamericana en los últimos años, manteniendo su capacidad adquisitiva sin variaciones demasiado bruscas.
El sol se ha mantenido atractivo como moneda de ahorro, incluso en algunos países sudamericanos, debido a su fortaleza al haber superado crisis climáticas, políticas y sociales en las más de dos últimas décadas.
Las variaciones de la divisa no han sido significativas con el transcurso del tiempo, puesto que en enero de 1999 se necesitaban 3.37 soles para comprar un dólar, 25 años después de subidas y bajadas en el tipo de cambio, se necesitan alrededor de 3.7 soles.
El economista de la Escuela de Administración de Negocios para Graduados (ESAN), Jorge Guillén explicó que la fortaleza del sol básicamente se debe a la poca volatilidad que ha tenido, debido al manejo del Banco Central de Reserva del Perú (BCR).
Asimismo, Guillén aseguró que la fortaleza y estabilidad del sol contribuyen definitivamente a la llegada de flujos de inversión al país.