Una interrogante que surgió tras el fallecimiento del expresidente Alberto Fujimori fue quién recibirá su pensión vitalicia otorgada en julio por los actuales congresistas.
Habiendo señalado ello, es preciso remitirnos a lo que dice la Ley 26519 para tener una idea de quién podría recibir la pensión vitalicia del exautócrata. “Los ex presidentes constitucionales de la República gozarán de una pensión equivalente al total de los ingresos de un congresista en actividad. En caso de fallecimiento serán beneficiarios de la pensión el cónyuge y los hijos menores si los hubiere. Si resultaran beneficiarios ambos simultáneamente, la pensión se otorgará a prorrata”, reza el artículo 1 de la Ley que establece pensión para expresidentes constitucionales de la Republica.
En tanto, según el artículo 2 de la Ley 26519. “El derecho referido en esta ley queda en suspenso para el caso de expresidentes de la República respecto de los cuales el Congreso haya formulado acusación constitucional, salvo que la sentencia judicial los declare inocentes”, se lee.
No obstante, el deceso de una persona hace que caduquen los procesos penales en los que haya estado implicado y, por ende, las obligaciones que estas tengan.
Se sabe que ninguno de sus cuatro hijos (Keiko, Hiro, Sachi y Kenji) son menores de edad. Asimismo, el expresidente se divorció de Susana Higuchi en 1994, por lo que figura ante Reniec como divorciado.
En ese contexto, un nombre aparece en las discusiones: se trata de Satomi Kataoka, empresaria hotelera nipona a la que Fujimori conoció durante su exilio en Japón.
En 2006, Fujimori y Kataoka contrajeron matrimonio civil en Tokio. El registro de esta unión se hizo en ausencia de ambas personas. Para ello, un representante del hotel Princess Garden (propiedad de la empresa de Kataoka) presentó la documentación necesaria para la boda, los cuales fueron registrados en el ayuntamiento de Shinagawa.
“Unos amigos me aconsejaron que, si nos casábamos, sería más fácil solicitar protección del gobierno japonés para evitar su extradición”, indicó la empresaria al diario local Yukan Fuji.
Por tanto, si este vínculo realmente existe y si Satomi Kataoka tienen la intención de recibir la pensión vitalicia, la ciudadana japonesa tendría que presentarse con los documentos que demuestren que efectivamente existe un certificado matrimonial.