Escribe: Annel Aguilar
Cerro Colorado no solo es uno de los distritos más poblados de Arequipa, también encabeza el ranking de mayor incidencia de violencia contra las mujeres, según el registro de casos atendidos entre enero y febrero de 2025. En dicho reporte, 289 denuncias de agresiones fueron atendidas por el centro de emergencia mujer (CEM) a través de comisarías, según el Programa Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres e Integrantes del Grupo Familiar (Aurora). (Ver reporte)
A esa lamentable realidad, se suma que la región Arequipa es la segunda con más data de de violencia registrada en los dos primeros meses del año.
El total registrado es de 2007 denuncias, el análisis de estadísticas mensuales lo realizó el CEM de Arequipa. En el reporte también advierte 474 casos de varones agredidos.
VIOLENCIA PSICOLÓGICA. Otro dato importante es que la mayor cantidad de denuncias que reciben los CEM en la región son de violencias psicológicas con 1221 denuncias. (Ver infografía)
Según los registros 1776 mujeres en Arequipa, entre 6 a 45 años fueron víctimas de algún tipo de violencia por parte de su pareja. (Ver infografía). A nivel nacional, la cifra es 20 921.
Los casos de violencia contra la mujer van en aumento según cifras de la Línea 100 donde recibieron más denuncias en enero - febrero del 2025 con 1248 casos a comparación de enero - febrero del 2024 donde atendieron 1024 lo que demuestra que más mujeres buscan ayuda, pero el problema persiste.
SENTENCIAS. Solo en los dos primeros meses de 2025, la Corte Superior de Justicia de Arequipa emitió 277 sentencias por delitos de violencia contra la mujer
De este total, 91 casos de alta complejidad, entre ellos violaciones sexuales y feminicidios fueron resueltos por juzgados colegiados. En estos procesos los responsables fueron sentenciados a penas de más de 20 años de prisión, e incluso a cadena perpetua.
FACTOR DE RIESGO. Uno de los mecanismos más visibilizados de la violencia contra la mujer es el control económico o patrimonial. El Plan Nacional de Lucha contra la Violencia (2021) lo identifica como una de las cuatro formas principales de violencia junto a la física, psicológica y sexual.
El excoordinador del programa Aurora, Erick Pumacayo Rocha, explica que la dependencia económica genera en el varón tenga el poder y dominio sobre ellas.
“No se trata solo de golpes o insultos. Muchas mujeres no pueden salir de relaciones abusivas porque dependen económicamente de su agresor”, advierte.
PATRONES DE CRIANZA PARA PREVENIR LA VIOLENCIA. La familia y la educación juegan un papel crucial en la prevención de futuros agresores.
“Es común que la educación se enfoque en enseñar a las niñas a protegerse, pero se descuida la prevención en los niños para no ser agresores. Un ejemplo, la sociedad se preocupa mucho en educar a las niñas para que se cuiden de los violadores, pero olvida educar a los varones para que no violen”, enfatiza el experto.
La educación desde la familia debe dar soluciones que fomenten valores de igualdad, equidad y respeto desde la infancia.
“Si tú crías en igualdad, en equidad y en respeto, estás educando en valores y ello ayudará a reducir la violencia”, indicó el experto en atender y dar soluciones a la violencia de género, Erick Pumacayo Rocha.
LA VIOLENCIA ES PROBLEMA DE PODER. Uno de los mitos más arraigados en torno a la violencia sexual es la creencia de que los agresores padecen trastornos mentales. Sin embargo, los estudios desmienten esta idea.
Según el psicólogo especialista en masculinidades y violencia de género y director del centro Es Saludmental, Christian Nina Chávez: “Más del 80% de los agresores sexuales son hombres normales, que no tienen un trastorno ni un diagnóstico psicológico que diga que están enfermos”.
Esto significa que la violencia no es producto de un impulso incontrolable, sino una herramienta consciente utilizada para la dominación.
Como explica el psicólogo, “la violencia sexual no es resultado de una enfermedad mental, sino de un aprendizaje social donde los hombres ejercen poder sobre las mujeres”.
En general, los agresores sienten poder al tener una víctima, este problema debe ser prevenido en las familias con asistencia del Estado.