Durante la guerra para independizarnos del yugo colonial hubo arequipeños ilustres que ayudaron a consolidar a la patria. Se trata de civiles y militares que fueron parte decisiva en la independencia.
ARQUITECTO DE LA REPÚBLICA. Francisco Javier de Luna Pizarro, nacido en Arequipa el 3 de diciembre de 1780, fue sacerdote, abogado y político. Se formó en el seminario de San Jerónimo y continuó en las universidades de Cusco y San Marcos. Fue testigo de las Cortes de Cádiz en España lo que moldeó su pensamiento liberal y republicano.
A su regreso al Perú, se convirtió en una figura clave del primer Congreso Constituyente de 1822, donde presidió las sesiones y ayudó a redactar la primera constitución del país. Su liderazgo conciliador fue fundamental en momentos de alta tensión política. La historiadora Carmen Mc Evoy destaca que Luna Pizarro fue “el técnico de las asambleas”, defensor del equilibrio de poderes y de la institucionalidad republicana. Además, fue rector del Colegio de Medicina de San Fernando y arzobispo de Lima de 1845 hasta su muerte en 1855. Su legado fue reconocido en la serie numismática del bicentenario editada por el Banco Central de Reserva.
EL JURISTA INSURGENTE. José María Corbacho y Abril, arequipeño nacido el 14 de marzo de 1785, fue abogado, poeta y político. Estudió en el seminario de San Jerónimo y en el Real Convictorio de San Carlos. Participó en la revolución de 1814 junto a Mariano Melgar y Mateo Pumacahua, proclaman la independencia de Arequipa el 4 de diciembre de ese año. Tras ser capturado y procesado por infidencia, fue absuelto en 1816. Fundó la Academia Lauretana de Ciencias y Artes y fue el primer rector del colegio Independencia. En la etapa republicana fue senador, ministro de Relaciones Exteriores en 1834, presidente de la Corte Superior de Lima y juez interino de la Corte Suprema.
LA HUELLA DE INDEPENDENCIA ARGENTINA. Ignacio Álvarez Thomas, nacido en Arequipa, fue un militar y político, tuvo participación activa en los procesos emancipadores de Sudamérica, como las provincias unidas del río de la Plata (actual Argentina). Su trayectoria refleja el compromiso de criollos que contribuyeron a la causa independentista. Así lo resalta el libro Bosquejo Biográfico del general Ignacio Álvarez y Thomás, de Antonio Zinny (1868).
Cabe recalcar que en 1815 lideró el movimiento que derrocó al director supremo de las provincias unidas del río de la Plata (presidente de Argentina), Carlos María de Alvear, lo que lo llevó a ocupar el cargo. Convocó al Congreso de Tucumán, que en 1816 declaró la independencia rioplatense.
CUNA INTELECTUAL DE LA INDEPENDENCIA EN AREQUIPA. La Academia Lauretana de Ciencias y Artes fundada el 10 de diciembre de 1821 en el templo de la Compañía de Jesús en Arequipa, fue una institución pionera en el Perú republicano. Impulsada por Evaristo Tadeo Gómez Sánchez, su creación respondió al fervor libertario que emergía tras la proclamación de la independencia.
Reunió a militares, religiosos y civiles ilustrados, entre ellos Juan Gualberto Valdivia, Francisco Javier de Luna Pizarro y Manuel Amat y León, quienes ocuparon cargos en el Congreso y en la política nacional, tal como es resaltado en libros como “Arequipa, en el paso de la colonia a la república”, de Guillermo Zegarra Meneses
DEÁN VALDIVIA. Uno de los fundadores de la academia fue Juan Gualberto Valdivia Cornejo, nació el 12 de julio de 1796 en Punta de Bombón, Islay, Arequipa. Fue sacerdote mercedario, abogado, periodista, historiador y político. Su vida fue marcada por su participación en procesos de formación republicana del Perú. Su aporte se resalta en publicaciones como Ojeada sobre la vida de monseñor Juan Gualberto Valdivia, escrita por Mariano Ambrosio Cateriano (1884). Sin duda, el aporte de estas personas en la causa independentista dejó un legado imborrable. Gracias a ellos terminó de consolidarse el concepto del Perú como patria.