En Arequipa, la primera celebración de Semana Santa se vivió en 1541, meses después de la fundación de la Ciudad Blanca (15 de agosto de 1540). En ese entonces, con solo una hermandad y una habitación de argamasa donde yacía la iglesia de San Pedro, que desde 1611 era llamada la “Catedral”, los arequipeños conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
El Jueves Santo, el mundo católico da paso a la celebración del Triduo Pascual, los feligreses celebran la institución de la eucaristía de la última cena del hijo de Dios, también se recuerda su acto más humilde que fue el lavado de pies y la oración del huerto de Getsemaní.
En Arequipa, el arzobispo Javier del Río Alba preside la eucaristía en la Basílica Catedral desde las 18:00 horas, hay misas en diferentes templos.
De acuerdo a la costumbre litúrgica, se debe realizar el lavado de los pies a doce personas, imitando el acto de Jesucristo con sus apóstoles.
“En la época de Jesús, quien lavaba los pies era el siervo, el esclavo. Jesus se hace siervo de la Iglesia, siervo de la humanidad y nos revela que para entrar al cielo necesitamos dejar que él nos sirva; ya que él no vino a ser servido, sino a servir y dar la vida por nosotros”, reflexionó del Río Alba.
Este año, la autoridad de la iglesia en Arequipa lavará los pies a seis preseminaristas y seis seminaristas.
RECORRIDO DE IGLESIAS. Una de las tradiciones que se mantienen vigentes hasta la fecha por las familias arequipeñas, es el recorrido y visita de los monumentos eucarísticos erigidos entre siete a catorce iglesias o templos de la ciudad. Los devotos se concentran en la plaza de Armas, normalmente después de la última misa e inician con el recorrido recordando los lugares donde llevaron arrestado a Cristo, horas previas a su muerte. Asimismo, con este acto buscan agradecer al hijo de Dios el don de la eucaristía y el sacerdocio, que se instituyó en la última cena.
TRADICIÓN. En el XVII, en la Ciudad Blanca la celebración del Jueves Santo consistía, terminada la eucaristía, en la entrega de llaves de los sagrarios de los templos al corregidor, alcalde y regidores de la ciudad para que los custodiarán hasta el Domingo de Pascua. Acto suprimido al siglo siguiente, tal como lo cuenta el historiador y periodista, Dante Zegarra López.
Asimismo relata que hasta los años 70 se seguía la tradición de las siete oraciones donde los fieles pedían, meditaban y recitaban plegarias, salmos, entre otros el cual se fue reduciendo con el paso de los años.
PEREGRINACIÓN. Una costumbre moderna de la ciudad es la peregrinación durante la noche del Jueves Santo. Se acude a “Los tres arbolitos”, en Alto Selva Alegre, es un destino popular entre los fieles, quienes en penitencia recorren hasta llegar a las faldas del volcán Misti para orar. Mismo panorama se da en el cerro Kasapatac, en el distrito de Hunter, donde los peregrinos construyen las famosas alasitas de piedras, prenden velas para pedir perdón por sus malos actos y agradecen por la vida.
ALIMENTOS DE JUEVES SANTO. Otra tradición popular que se mantiene en Jueves Santo entre las familias es acompañar un buen almuerzo arequipeño a base de pescado o productos hidrobiológicos, el prelidecto es el pescado y los postres de Semana Santa como: mazamorras morada, de chancaca, lacayote, entre otros.
JOSÉ SALINAS Y SU TRADICIÓN. La familia Salinas cuenta que su patriarca fallecido y personaje ilustre de Arequipa, José Salinas Sosa, heredó una costumbre de colocar a los doce apóstoles en yeso junto a Jesús, sentados en una mesa, a cada uno les colocaba un plato de comidas típicas arequipeñas y a Jesús le entregaba su cuy chactao, tal como lo relata y recuerda su hijo, José Salinas Neyra.