Todos los días Gabi Sencara acude a la olla común Las Furiosas para poder acceder a un plato de almuerzo. Ella tiene una hija pequeña, por ello no puede trabajar. Los ingresos económicos en su hogar son mínimos y si no tuviera este apoyo, su alimentación estaría en riesgo.
Así como Gabi, varias decenas de pobladores de la asociación de vivienda Las Lomas zona 1, en la autopista Arequipa-La Joya, llegan a la olla común para tener un plato de almuerzo.
Las mujeres que elaboran los alimentos ya están acostumbradas a reunirse a primeras horas en grupos de dos personas para cocinar de acuerdo a los insumos que tengan en los almacenes.
En algunas oportunidades les llegan donaciones como del terminal pesquero, que una vez por semana les envían productos marinos que tienen alto contenido nutricional. La última vez les donaron pota y con ello se pudo elaborar un chicharrón, pero ya no alcanzó para la ensalada, así que solo pudieron entregarlo acompañado de arroz.
DIFÍCILES INICIOS. Esta organización social se formó en abril de 2019, antes de la llegada de la pandemia del nuevo coronavirus, y tienen más de cuatro años sin dejar de cocinar en ningún momento a pesar que en varias oportunidades no tuvieron productos necesarios para elaborar los alimentos, pero se las ingeniaron para cumplir con el compromiso que tienen con sus vecinos.
“Antes de la pandemia hubo desastres naturales y tuvimos que albergar a las vecinas que fueron afectadas por las lluvias que se suscitaron en esta zona del Cono Norte, luego ya tuvimos que pasar todo lo de la pandemia donde se tuvo que ayudar con más énfasis a los pobladores que se quedaron sin trabajo, los que estaban enfermos, niños, ancianos y otros casos sociales”, explicó la presidenta de la olla común Las Furiosas, Diana Mozombite.
Recordó que el nombre peculiar que tienen se los puso Jennifer Neyra, esposa del entonces gobernador regional Elmer Cáceres Llica.
“Tal vez fue porque de algún modo siempre fastidiábamos al gobierno regional para que nos den el apoyo a las personas damnificadas y luego por lo de la pandemia”, recordó.
Aquellos momentos fueron angustiantes y Las Furiosas no se daban abasto para atender a todos los pobladores que necesitaban un plato de almuerzo; entonces, según recuerda Diana, más mujeres se organizaron y formaron sus ollas comunes en las diferentes asociaciones que están ubicadas a lo largo de la autopista Arequipa-La Joya, fueron más de 12 y a la fecha siguen trabajando siete.
“Ahorita el tema de las ollas comunes en muy valioso para esta zona donde hay personas vulnerables, y no tan vulnerables también porque la economía no es buena. Estamos en crisis porque hemos salido de la pandemia y seguimos con la crisis porque la canasta familiar está recontra inflada y los sueldos no alcanzan”, reflexionó.
Todavía reciben apoyo de algunas personas particulares y también del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social en el marco del Decreto de Urgencia n.° 002-2023, que faculta al programa Qali Warma para atender a 3567 ollas comunes con 235 375 usuarios en el ámbito nacional.
Sin embargo, las mujeres se quejaron del municipio cerreño porque no les entregan a tiempo las raciones mensuales y eso las perjudica porque no tienen todos los ingredientes para cocinar.
Diana solicitó a las personas de buen corazón y desprendidas que quieran apoyarlas que se comuniquen con ella llamando al número de celular 948 857 627 donde podrán coordinar para hacer sus donaciones que serán bien recibidas por estas mujeres luchadoras del Cono Norte. Si llegan en mayor cantidad los insumos se reparten entre todas las ollas comunes de la autopista.
Finalmente, recordó que alimentan en un considerable número a los adultos mayores, que por lo general, están solos y no tienen a nadie que vea por ellos. “Suelen decir que estamos manteniendo vagos, pero en realidad no es así. Nosotros atendemos a los adultos mayores que muchas veces están abandonados y a ellos nosotros los acogemos. Les pedimos a las autoridades que vean la realidad y no se mentalicen en otras situaciones, todo es por el amor a ellos, porque acá no se gana un sueldo”, remarcó.