Escribe: André Rullier
La obra “Ampliación y mejoramiento de redes primarias y secundarias de agua potable y alcantarillado de la calle Villalba hasta Cruz Verde” del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Arequipa (Sedapar) llevada a cabo por el consorcio Delvillareal, tiene casi seis meses paralizada y no se sabe cuándo retomarán el proyecto, perjudicando a comercios y vecinos de la zona. Mientras tanto, la pista de las calles está en mal estado.
Al consultar al jefe del departamento de Imagen Institucional de Sedapar, Sergio Mostajo Cuentas, manifestó que no existe una fecha para retomar los trabajos. El plazo de ejecución para terminar la obra era 114 días y debió ser concluida la primera quincena de enero. Pero, hasta el último fin de semana, el consorcio dejó abandonos materiales en una zona comercial, es decir, había adoquines botados cubriendo los portales de la primera cuadra de la calle Villalba a un costado del puente Grau, ante este abandono la zona fue convertida en un punto de encuentro para drogadictos y borrachos que malogran las paredes cercanas.
Mostajo Cuentas comentó: “Sedapar cuando ejecuta una obra se encarga de toda el área afectada. En este caso es la contratista que debe asumir las responsabilidades. Sedapar no puede retirar el material de construcción, no le corresponde”, detalló.
Sin embargo, al concluir nuestro informe, el sábado 20 de mayo, acudieron a los portales, antes mencionados, a retirar todo el material de la zona.
SEIS MESES DE RETRASO. La ejecución inició el 12 de septiembre del 2022, pero fue paralizada por la Gerencia de Transporte Urbano y Circulación Vial de la MPA porque no les entregaron un adecuado plan de desvíos. La obra fue retomada el 3 de octubre del mismo año, pero continuaron los atrasos por fuertes lluvias que azotaron la Ciudad Blanca durante los últimos meses del año, así como las protestas contra el gobierno de Dina Boluarte, donde los obreros paralizaron su actividad.
“Hubo una resolución de contrato por parte del consorcio Delvillareal, es probable que se concilie y se comprometen a no cometer los mismos errores, en caso contrario, Sedapar tomará las riendas del proyecto”, agregó Mostajo.
El presupuesto de la obra fue de S/1 400 000, se planificó cambiar las redes de desagüe de material asbesto-cemento, para tener redes de policloruro de vinilo (PVC), permitiendo una mayor capacidad para transportar agua residual.
Habitantes afectados. Por la paralización de la obra, los negocios de la zona fueron y siguen afectados por desidia de Sedapar y el consorcio Devillareal.
Una de las perjudicadas es Rosa Amelia Riveros, quien vive en la primera cuadra de Villalba y tiene una tienda de enmarcación de cuadros, “el polvo se pega en la pintura y laca que se usa en el enmarcado, entonces tenía que hacerlo todo otra vez. Y para los clientes que venían en auto no podían estacionarse y se iban”.
Los hoteles también fueron afectados. La jefa Liliana Páucar del Monte Cristo casona, dijo que sus ingresos bajaron en 40 %.
“Los huéspedes extranjeros eran traídos en taxi, desde el aeropuerto y terrapuerto. También había montículos de tierra en la puerta de los negocios, algunos fueron quitados, luego de una semana”, reclamó.
Los vecinos comentan que hubo un vecino de tercera edad que cayó a uno de los huecos de las últimas cuadras de Villalba, rompiéndose la cabeza. Los obreros lo ayudaron a levantarse y fue llevado al hospital en una camilla de ambulancia.