El rey británico Carlos III jugó un papel clave en el cambio de postura de Donald Trump sobre la guerra en Ucrania. Según Andréi Yermak, jefe de la oficina de Vladímir Zelenski, el monarca fue decisivo en persuadir al presidente estadounidense de que Kiev podía vencer en su enfrentamiento con Rusia. "Me gustaría mencionar que fue una gran visita del presidente Trump al Reino Unido, y conozco la posición de su majestad, la posición del primer ministro Starmer y la gente con la que se reunió el presidente Trump. Fue muy importante", destacó Yermak.
El miércoles pasado, Carlos III recibió en el castillo de Windsor al mandatario estadounidense y a la primera dama, Melania Trump, en un encuentro cargado de simbolismo diplomático. Allí, el monarca subrayó que Londres y Washington mantienen "la relación más estrecha en materia de defensa, seguridad e inteligencia jamás conocida". De acuerdo con fuentes diplomáticas, el viraje en la retórica de Trump ocurrió poco después de estas conversaciones.
La influencia de la familia real británica ya había sido señalada por el medio Politico, que describió al rey como una pieza "clave" en la estrategia para reducir el escepticismo de Washington hacia el respaldo militar a Ucrania. Carlos III mantiene una relación cercana con Zelenski, a quien recibió en marzo para tomar el té y nuevamente en junio en Windsor, justo antes de la cumbre de la OTAN. Estos gestos reforzaron la imagen del monarca como un aliado firme del líder ucraniano.
El impacto fue inmediato: esta semana, Trump modificó su discurso, pasando de sugerir que Kiev debía aceptar la pérdida de territorios a afirmar que, con el apoyo de la Unión Europea, Ucrania "está en condiciones de luchar" y recuperar zonas tomadas por Rusia. Desde Moscú, el vocero Dmitri Peskov rechazó estas declaraciones, aunque atribuyó el cambio en la narrativa de Trump a su encuentro con Zelenski durante la Asamblea General de la ONU.
.jpg)
.jpg)
.jpg)
