En el universo de la medicina transfusional, existe un tipo de sangre inusual que se estima que fue identificada en unas 50 personas en toda la historia y se la conoce popularmente como “sangre dorada”, el nombre popular del tipo de sangre Rh nulo, una condición extremadamente rara en la que los glóbulos rojos no tienen ninguno de los 61 antígenos del sistema Rh.
Esta sangre es valiosa porque puede donarse a casi cualquier persona con tipos de sangre inusuales, pero quienes la tienen solo pueden recibir de otros con Rh nulo.
Esta condición se hereda de forma recesiva: ambos padres deben ser portadores del gen para que exista una posibilidad del 25 % de que su hijo tenga sangre dorada. Aunque no es una enfermedad, puede provocar anemia leve y requiere cuidados especiales.
Las personas con Rh nulo deben evitar accidentes o cirugías imprevistas, ya que encontrar un donante compatible es muy difícil.
Por eso, los expertos recomiendan que quienes tienen este tipo de sangre realicen autodonaciones y las almacenen en bancos especializados. Tener sangre dorada no es peligroso, pero sí implica una gran responsabilidad: cuidar su salud, y al mismo tiempo, saber que su sangre puede salvar vidas únicas.