Estados Unidos atacó con drones de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) una instalación portuaria en Venezuela la semana pasada, en lo que The New York Times describe como la primera operación conocida dentro del territorio venezolano en años recientes de tensiones crecientes entre ambos países.
El objetivo habría sido un muelle utilizado supuestamente por la banda Tren de Aragua para el narcotráfico, y el presidente Donald Trump confirmó la acción sin detallar la logística del ataque.
Según el medio estadounidense, el ataque fue ejecutado contra un muelle remoto en la costa venezolana, un punto que las autoridades de EE. UU. creen que servía para almacenar y preparar el traslado de drogas hacia embarcaciones.
“Hubo una gran explosión en la zona del muelle donde cargan las drogas en los barcos”, dijo Trump a periodistas desde su residencia en Mar-a-Lago, Florida, aunque no aportó detalles técnicos sobre el ataque ni sobre posibles agencias responsables.
Fuentes anónimas citadas por medios internacionales indicaron que no había personas en el lugar al momento del impacto y no se registraron víctimas mortales. Además, la CIA ni el Pentágono emitieron comunicados públicos que confirmen explícitamente su participación.
La operación se suma a una campaña más amplia de Washington orientada a combatir el narcotráfico y ejercer presión política sobre el gobierno de Nicolás Maduro.
El Gobierno venezolano no se ha pronunciado de forma oficial sobre la incursión, aunque figuras del Ejecutivo han denunciado acciones de “acoso, amenazas y ataques” por parte de Estados Unidos, interpretándolas como parte de un intento más amplio de desestabilización.
Este ataque con drones, además de destacar la escalada en el uso de operaciones encubiertas por parte de la CIA, intensifica un conflicto diplomaticamente tenso entre Washington y Caracas.
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