Por primera vez en casi tres décadas, el Gobierno de EE.UU. eliminó a Colombia de su lista de países que cumplen con la lucha contra el narcotráfico. Aunque Bogotá evitó la sanción más dura gracias a una exención emitida por la Casa Blanca, la decisión supone un golpe a la histórica alianza antidrogas.
"El presidente de EE.UU. Donald Trump, ha determinado que el Gobierno de Colombia incumplió con sus obligaciones de control de drogas, pero emitió una exención para que la cooperación vital de EE.UU., incluida la de antinarcóticos, pueda seguir", informó el Departamento de Estado estadounidense en X.
El presidente Gustavo Petro ya había anticipado el anuncio y reaccionó con dureza. "EE.UU. nos descertifica después de decenas de muertes de policías, soldados, gente del común, tratando de impedir que les llegue la cocaína", dijo en un Consejo de Ministros.
Washington sostiene que "el cultivo de coca y la producción de cocaína han alcanzado récords históricos bajo la presidencia de Gustavo Petro", y que el Gobierno colombiano "no ha logrado cumplir ni siquiera sus propios objetivos de erradicación", lo que según el comunicado "es responsabilidad exclusiva de sus líderes políticos".
Petro respondió señalando que la estrategia antidrogas de Washington es la que ha fracasado. "Es la política de los EEUU la que ha fallado. Para que disminuyan los cultivo de hoja de coca lo que se necesita no es glifosato tirado desde avionetas, sino disminución de la demanda por cocaína fundamentalmente en EE.UU. y Europa", escribió en X.
Además, el mandatario calificó el hecho como positivo porque "se acaba la dependencia del Ejército de Colombia y sus fuerzas militares del armamento de los EE.UU." y lanzó críticas a la oposición: "Los amigos de la derecha colombiana, ellos sí vinculados con el narcotráfico, se comieron a cuentos a los funcionarios de derecha de los EE.UU. porque creen más en la ideología que en la eficacia".
El enfriamiento de la relación bilateral añade incertidumbre sobre la continuidad de la ayuda estadounidense, clave durante décadas en la lucha antidrogas. Colombia sigue siendo el principal productor de cocaína del mundo: en 2024 logró un récord de incautaciones con 960 toneladas, un 14 % más que el año anterior, pero los cultivos crecieron 10 % en un año, alcanzando las 253 000 hectáreas.