Egipto presentó un plan para reconstruir la Franja de Gaza que vive aún un clima de conflicto. El objetivo es que se mantengan en esa zona las familias palestinas. Su propuesta fue presentada este martes 4 de marzo y logró el apoyo de los países de la Liga Árabe, la Unión Africana, la Unión Europea (UE) y la secretaría general de la ONU.
Su plan es en contraposición a los proyectos defendidos por Estados Unidos e Israel que buscan su expulsión permanente.
Según la agencia de noticias 20 minutos, este respaldo surgió de la cumbre extraordinaria de líderes de la Liga Árabe que se celebró en la Nueva Capital Administrativa egipcia, a unos 45 kilómetros de El Cairo. Allí estuvieron presentes el secretario general de la ONU, António Gutérres; el presidente del Consejo Europeo, António Costa; y el de la Unión Africana, el angoleño João Lourenço, entre otros.
Este apoyo supone un espaldarazo al gobierno egipcio de Abdelfatah al Sisi, cuyo país, al igual que Jordania, se encuentra asediado por las presiones de Donald Trump para que acepten en sus respectivos territorios a cientos de miles de palestinos para que EEUU asuma el control del enclave y lo convierta en “la Riviera de Oriente Medio” con el beneplácito de Israel.
El plan egipcio, ahora también de todos los países de la Liga Árabe, prevé una inversión de 53 000 millones de dólares (50 000 millones de euros) y más de cinco años de trabajo divididos en varias fases. En un primer momento, se contempla una fase de “recuperación temprana” de seis meses en la que se invertirán 3000 millones de dólares para realizar los trabajos iniciales de desescombro y habilitar siete zonas para acoger a más de 1.5 millones de palestinos de forma temporal.
La primera fase de reconstrucción duraría dos años y costaría 20 000 millones de dólares para desescombrar, restaurar 60 000 residencias “destruidas parcialmente”, y construir 200 000 nuevas para dar alojamiento a 1.6 millones de personas.