El mundo continúa en vilo por la salud del papa Francisco, que tuvo una “leve mejoría” después de llevar 10 días ingresado en el policlínico universitario Agostino Gemelli, ubicado en Roma. A pesar de las buenas noticias, el pontífice sigue en estado “crítico” y con pronóstico reservado.
“Las condiciones clínicas del santo padre, en su estado crítico, demuestran una leve mejoría. Tampoco en la jornada de este lunes se han verificado episodios de crisis respiratorias asmáticas”, indica el último parte médico difundido en la tarde de este lunes. El informe del hospital asegura que la “leve” insuficiencia renal del papa “no suscita preocupación”.